Hace 5.000 años murió una estrella en la constelación de Géminis. Se le acabó el combustible nuclear que mantiene a las estrellas encendidas y la pobre se quedó en nada, hecha un guiñapo y expulsando polvo estelar a manta por todo el universo. A nuestro Sol le pasará algo parecido dentro de unos 10 u 11 mil millones de años. Para entonces ni usted ni yo estaremos ya aquí. Nuestros descendientes, por su parte, tendrán que haber inventado algo para darse el piro porque sino palmarán cuando el astro rey se ponga rojo como un tomate y crezca hasta hacer una barbacoa con nuestra canica azul.
Pero a lo que íbamos, esta estrella que se apagó en Géminis hace muchos miles de años se transformó en una nebulosa, que es como se conoce a las estrellas que han pasado a mejor vida. Esta fotografía de la llamada Nebulosa Esquimal NGC 2392 la captó el telescopio Hubble, que no está en las Canarias sino en la órbita de la Tierra dando vueltas como un poseso y fotografiando todo el universo con una cámara muy guapa que le instalaron los de la NASA.
Las mejores fotografías del Hubble se han recogido en el libro "Un viaje a través del espacio y del tiempo" que recomiendo encarecidamente. Es extraordinario y obra el milagro de empequeñecernos hasta el punto que, después de media hora mirando sus fotografías, Zetapé se nos antoja un amago de estornudo en medio de un océano de perfección cósmica. No lo dude, si es de los que compra en Amazon, hágase con este soberbio libro. No se arrepentirá.