Exilim W63CA, el camarófono
Los móviles llevan cámara de fotos desde hace lo menos cinco años, es algo a lo que nos hemos acostumbrado y si hoy alguien pretende vendernos un móvil sin cámara pensamos seriamente en demandarle por estafa. Es una prestación básica. Básica pero deficiente, porque casi todas las cámaras que incoporan los telefonos móviles suelen ser de una cálidad pésima. Reflejo de ello son las galerías de fotos que se ven en Facebook y lugares similares, en las que, según ve uno la primera foto, abandona inmediatamente la galería (por si se le pega algo, mayormente)
Pues bien, lo que faltaba era hacer cámaras con teléfono incorporado. Camarófonos dirigidos a aquellos que lo que hacen es tomar fotografías y, ocasionalmente, hacen o reciben alguna llamada. Sé que no son muchos, pero haberlos haylos, y más de los que usted piensa. Me remito a las galerías del Facebook, donde el orgulloso poseedor de un Nokia con cámara de 3,2 megapíxeles tira más fotos en una noche de copas que llamadas hace durante todo el año. Se siente identificado, ¿verdad?, pues eso.
Hace dos o tres semanas presenté en Conectados una ocurrencia de Motorola que consiste en pegar un teléfono Motorola a una cámara Kodak Easyshare. El resultado es un teléfono muy convincente por un lado y una cámara bastante menos convincente por el otro. El híbrido se llama Motozine ZN5 y, por si le sigue interesando, aqui tiene una pequeña galería de fotos del mismo (no está hecha con el Motozine of course, como era de esperar ellos no se administran su propia medicina)
Ha sido salir el Motozine y la competencia, que siempre está alerta a lo que hace el de al lado, se ha puesto las pilas para seducir a ese pequeño -pero apasionado- nicho de mercado de fotógrafos de reportaje-social-en-bares-de-copas-a-altas-horas-de-la-madrugada y sin muchos conocimientos fotográficos. Casio ha sido la que ha dado el paso y Exilim W63CA es como han llamado a su invención (que ya tiene mala leche el nombre). A diferencia de Motorola, el Casio parece una cámara de verdad y parece un teléfono de verdad. No hay que darle la vuelta, tan sólo abrirlo como, todo hay que decirlo, un Motorola de toda la vida.
En lo que toca a las tripas del cacharrito es un movil con el que se puede hablar, mandar mensajes y todo eso con una cámara de 8 megapíxeles en la tapa. La lente es de Casio y tiene detector de caras. Nada nuevo pero original. Pesa poco (124 gramos), es muy pequeño (5 x 10 cm) y muy delgado (2 cm). Un gadget perfecto (y hasta útil) que uno desea tener aunque sólo sea por llevárselo por ahí de copas y subir luego las fotos al Facebook.
Más fotos aquí, pero, ojo, en japonés (el texto, no las fotos)
Pues bien, lo que faltaba era hacer cámaras con teléfono incorporado. Camarófonos dirigidos a aquellos que lo que hacen es tomar fotografías y, ocasionalmente, hacen o reciben alguna llamada. Sé que no son muchos, pero haberlos haylos, y más de los que usted piensa. Me remito a las galerías del Facebook, donde el orgulloso poseedor de un Nokia con cámara de 3,2 megapíxeles tira más fotos en una noche de copas que llamadas hace durante todo el año. Se siente identificado, ¿verdad?, pues eso.
Hace dos o tres semanas presenté en Conectados una ocurrencia de Motorola que consiste en pegar un teléfono Motorola a una cámara Kodak Easyshare. El resultado es un teléfono muy convincente por un lado y una cámara bastante menos convincente por el otro. El híbrido se llama Motozine ZN5 y, por si le sigue interesando, aqui tiene una pequeña galería de fotos del mismo (no está hecha con el Motozine of course, como era de esperar ellos no se administran su propia medicina)
Ha sido salir el Motozine y la competencia, que siempre está alerta a lo que hace el de al lado, se ha puesto las pilas para seducir a ese pequeño -pero apasionado- nicho de mercado de fotógrafos de reportaje-social-en-bares-de-copas-a-altas-horas-de-la-madrugada y sin muchos conocimientos fotográficos. Casio ha sido la que ha dado el paso y Exilim W63CA es como han llamado a su invención (que ya tiene mala leche el nombre). A diferencia de Motorola, el Casio parece una cámara de verdad y parece un teléfono de verdad. No hay que darle la vuelta, tan sólo abrirlo como, todo hay que decirlo, un Motorola de toda la vida.
En lo que toca a las tripas del cacharrito es un movil con el que se puede hablar, mandar mensajes y todo eso con una cámara de 8 megapíxeles en la tapa. La lente es de Casio y tiene detector de caras. Nada nuevo pero original. Pesa poco (124 gramos), es muy pequeño (5 x 10 cm) y muy delgado (2 cm). Un gadget perfecto (y hasta útil) que uno desea tener aunque sólo sea por llevárselo por ahí de copas y subir luego las fotos al Facebook.
Más fotos aquí, pero, ojo, en japonés (el texto, no las fotos)