Apple, Microsoft y Google (Alphabet) son, en la actualidad, las tres mayores empresas del mundo por capitalización bursátil. Las tres superan los 1,5 billones de dólares, una cifra superior al Producto Interior Bruto de países como España, y han alcanzado el podio después de tres décadas de ininterrumpida digitalización del mundo: hoy somos muy distintos a lo que éramos hace treinta años, y buena parte de la culpa de que eso sea así la tienen estos tres gigantes de Estados Unidos.
Mientras que la primera ofrece no solo servicios digitales, sino productos de hardware como ordenadores, tablets, teléfonos y otros dispositivos electrónicos, Microsoft y Google tienen su principal negocio en el software, los productos digitales y servicios relacionados con Internet, como las búsquedas.
Google frente a Microsoft
Es así como nació Google, un término que hace alusión al "gúgol", el número 10 elevado a la potencia de 100. Al nombrar así su empresa en 1996 (no hace tanto tiempo de aquello), Larry Page y Sergey Brin querían hacer referencia a su objetivo de organizar la inmensa información que puede encontrarse en la red, y no hay duda de que Google domina el mercado de búsqueda, también frente a su competidor Microsoft. Si preguntamos a una agencia SEM qué buscador elegiría para lograr visibilidad para sus anuncios no hay duda de que elegiría Google frente a Bing (el buscador de Microsoft Advertising).
La principal ventaja de Google frente a sus competidores es su extraordinaria base de datos de sitios indexados. La indexación es el proceso por el cual Google anexa una página web a su índice para mostrarla en los resultados de una búsqueda. Es, por así decirlo, una especie de registro, a partir del cual cualquier usuario puede encontrar la web a partir del buscador. Esto aumenta la probabilidad de que cualquier usuario encuentre coincidencias exactas de su búsqueda. Pues bien, nadie es capaz de registrar tantas páginas web como Google, que con el paso del tiempo se ha convertido en una de las principales vías de acceso a páginas web.
Eso no quiere decir que Google tenga ganada la batalla del futuro frente a Microsoft. Es cierto que ha alcanzado una posición de mercado tan dominante que las propias agencias reguladoras deben limitarlo para garantizar la competencia. Así, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmó la multa de 2.424 millones de euros que la Comisión Europea había impuesto a Google en 2017 por abuso de su posición dominante en este mercado.
Sin embargo, lo cierto es que en el entorno cloud la victoria cae del lado de Microsoft, con su nube Azure. Se trata de una plataforma compuesta por más de doscientos productos y servicios en la nube, orientada a aportar soluciones y resolver dificultades de individuos y empresas. Azure permite integrar y administrar los entornos digitales con servicios diseñados para la nube híbrida, y ya ha conseguido que el 95% de las empresas incluidas en la lista de Fortune 500 trabajen en la plataforma, que abarca desde análisis empresariales hasta Internet de las cosas. La ventaja es que permite activar y ejecutar una solución escalable y rentable para todas las inversiones.
En el mundo de los servicios digitales, hay que evitar pensar en mercados cerrados. Nos encontramos en un entorno muy dinámico y en permanente evolución. Puede que hoy nadie tosa a Google en los servicios de búsquedas y otros servicios digitales que ha ido construyendo a su alrededor, como su potente correo electrónico (Gmail), pero nadie sabe qué nuevas posibilidades brindará la tecnología en los próximos años. De la capacidad de los actores (presentes o por llegar) de colocarse en una buena posición de partida en estos mercados emergentes dependerá su posición de futura. De ahí, las inversiones millonarias que despligan ante mercados disruptivos como el metaverso o, recientemente, el de los videojuegos. En este sentido, Microsoft considera a Azure como una apuesta estratégica de servicios en la nube para empresas.
La apuesta por la digitalización
En cualquier caso, no hay duda de que la digitalización en marcha por parte del tejido empresarial es más que necesaria. Las tecnologías digitales son ya una herramienta imprescindible para que las empresas encuentren nuevas formas de negocio, se relacionen con sus clientes y empleados y multipliquen su productividad.
Tanto Google, con iniciativas como "Think with Google", como Microsoft, con sus "Soluciones sectoriales de Microsoft Cloud", realizan una fuerte apuesta por la digitalización, sabiendo que además de rendundar en su propio beneficio, contribuyen a generar un salto de calidad en las empresas que apuestan por sus soluciones.
A nivel institucional, han surgido en España iniciativas como el Kit Digital, que pretende dotar de instrumentos digitales de marketing, comercio electrónico y administración a un millón de autónomos y empresas de menos de 50 trabajadores. El plan del Gobierno que articula los fondos europeos dedica una partida de 4.894 millones de euros para lograr estos objetivos de digitalización empresarial. Se pretende ayudar a todo tipo de negocios a consolidarse mediante la modernización de su actividad a través de bonos de hasta 12.000€ para contratar servicios de digitalización.
En definitiva, la digitalización es una gran oportunidad tanto para empresas de soluciones digitales como Google y Microsoft que ofrecen un ecosistema digital, como para aquellas que adoptan sus soluciones tecnológicas y digitales.
¿Quién ganará la batalla de la digitalización? No lo sabemos, pero lo que está claro es que ser digital ya no es una opción, sino una necesidad.