L D (Agencias) Tras ese dominio figuraba antes una plataforma de internautas, comprometida en la "lucha por la libertad de expresión", ante una organización, la SGAE, "que parece defender el lucro por encima de todo", "violentando" sus derechos "sin cesar y cada vez más", según informó la AI en un comunicado. El origen de dichas movilizaciones se originó tras una sentencia judicial que recogía que los discos compactos vírgenes de datos deberán pagar el correspondiente canon por copia privada a la SGAE, así como por el contenido de la Ley de Propiedad Intelectual.
El presidente de la AI, Víctor Domingo, señaló, en declaraciones a Europa Press, que los internautas respetan el derecho a cobrar de los autores y editores, y rechazan la piratería, pero que se oponen a que la SGAE pretenda cobrarles por sus propios datos (material informático, 'hardware', líneas ADSL, etc.). "No lo vamos a consentir", señaló, añadiendo que la AI se une "incondicionalmente" en este objetivo. "Queremos poner límite a estas pretensiones excesivas. No reivindicamos nada, pero nos estamos defendiendo ante este atropello", explicó Domingo.
Así pues, desde este momento la AI ofrece cobertura organizativa, legal y de difusión entre sus socios y simpatizantes a esta plataforma y, "siguiendo el espíritu emanado del manifiesto Sin Canon", hace un llamamiento a la comunidad internauta para solidarizarse "en pos de la salvaguarda de la libertad de expresión". De este modo, la plataforma pretende que se estimule el debate necesario para denunciar esta "injusta" situación y que la comunidad internauta "manifieste su rechazo" a las pretensiones de la SGAE, que "nada tienen que ver con los legítimos derechos de los autores por cobrar por su obra intelectual".
En cualquier caso, la AI señaló la importancia de modificar la Ley de Propiedad Intelectual. "Es necesario para salvaguardar los derechos de quienes no copiamos música protegida por derechos de autor, y salvaguardar los derechos del autor de 'software libre', que explícitamente otorga el derecho de distribución a sus usuarios", añadió la asociación.
En líneas parecidas se expresó la rama española de la organización 'Computer Professionals for Social Responsibility' (CPSR-ES), que propugna una mayor libertad en Internet. En un comunicado, la asociación criticó que la Ley de Propiedad Intelectual "está siendo conocida por prohibir tecnologías que puedan servir para burlar sistemas de protección, y las consecuencias de estas legislaciones". CPSR-ES considera "preocupante" que en dicha normativa la distribución por Internet se considere comunicación pública (sujeta a canon), prohibiéndose, por tanto, la utilización de la Red por parte de los autores sin necesidad de intermediarios. Asimismo, denuncia que "toda creación de cultura es tratada como producto mercantil", por lo que la ley "no deja posibilidad de distribuciones y producciones de conocimiento de forma alternativa", tal como se produce en el 'software libre'.
En la misma línea lamenta la existencia de la prohibición de tecnologías que puedan servir para burlar sistemas de protección, y afirma que se trata de una medida que "limita injustificadamente la libertad de expresión" y "atenta al derecho del uso lícito de los contenidos digitales". La organización dice que de no cambiarse estos aspectos, se estaría atentando contra el derecho de cualquier persona a realizar una copia de un CD para escucharlo en su coche o a hacer copias de seguridad de un programa comprado legalmente.
Por todo ello, CPSR-ES propone que "nunca" se aplique el canon por copia privada a soportes informáticos o cualquier soporte digital que pueda albergar cualquier tipo de información, como ocurre con los cederrón. Asimismo, aboga por que los únicos que tengan que pagar el canon por copia privada sean los distribuidores, "nunca los vendedores ni mucho menos los consumidores", y esgrime que "nunca" debería considerarse ilegal ninguna tecnología, "en vistas a los posibles fines que se les pudiesen dar".
El presidente de la AI, Víctor Domingo, señaló, en declaraciones a Europa Press, que los internautas respetan el derecho a cobrar de los autores y editores, y rechazan la piratería, pero que se oponen a que la SGAE pretenda cobrarles por sus propios datos (material informático, 'hardware', líneas ADSL, etc.). "No lo vamos a consentir", señaló, añadiendo que la AI se une "incondicionalmente" en este objetivo. "Queremos poner límite a estas pretensiones excesivas. No reivindicamos nada, pero nos estamos defendiendo ante este atropello", explicó Domingo.
Así pues, desde este momento la AI ofrece cobertura organizativa, legal y de difusión entre sus socios y simpatizantes a esta plataforma y, "siguiendo el espíritu emanado del manifiesto Sin Canon", hace un llamamiento a la comunidad internauta para solidarizarse "en pos de la salvaguarda de la libertad de expresión". De este modo, la plataforma pretende que se estimule el debate necesario para denunciar esta "injusta" situación y que la comunidad internauta "manifieste su rechazo" a las pretensiones de la SGAE, que "nada tienen que ver con los legítimos derechos de los autores por cobrar por su obra intelectual".
En cualquier caso, la AI señaló la importancia de modificar la Ley de Propiedad Intelectual. "Es necesario para salvaguardar los derechos de quienes no copiamos música protegida por derechos de autor, y salvaguardar los derechos del autor de 'software libre', que explícitamente otorga el derecho de distribución a sus usuarios", añadió la asociación.
En líneas parecidas se expresó la rama española de la organización 'Computer Professionals for Social Responsibility' (CPSR-ES), que propugna una mayor libertad en Internet. En un comunicado, la asociación criticó que la Ley de Propiedad Intelectual "está siendo conocida por prohibir tecnologías que puedan servir para burlar sistemas de protección, y las consecuencias de estas legislaciones". CPSR-ES considera "preocupante" que en dicha normativa la distribución por Internet se considere comunicación pública (sujeta a canon), prohibiéndose, por tanto, la utilización de la Red por parte de los autores sin necesidad de intermediarios. Asimismo, denuncia que "toda creación de cultura es tratada como producto mercantil", por lo que la ley "no deja posibilidad de distribuciones y producciones de conocimiento de forma alternativa", tal como se produce en el 'software libre'.
En la misma línea lamenta la existencia de la prohibición de tecnologías que puedan servir para burlar sistemas de protección, y afirma que se trata de una medida que "limita injustificadamente la libertad de expresión" y "atenta al derecho del uso lícito de los contenidos digitales". La organización dice que de no cambiarse estos aspectos, se estaría atentando contra el derecho de cualquier persona a realizar una copia de un CD para escucharlo en su coche o a hacer copias de seguridad de un programa comprado legalmente.
Por todo ello, CPSR-ES propone que "nunca" se aplique el canon por copia privada a soportes informáticos o cualquier soporte digital que pueda albergar cualquier tipo de información, como ocurre con los cederrón. Asimismo, aboga por que los únicos que tengan que pagar el canon por copia privada sean los distribuidores, "nunca los vendedores ni mucho menos los consumidores", y esgrime que "nunca" debería considerarse ilegal ninguna tecnología, "en vistas a los posibles fines que se les pudiesen dar".