El organismo británico equivalente a nuestra Agencia de Protección de Datos, el ICO, ha ordenado a Google la retirada de nueve enlaces a noticias periodísticas porque podrían afectar al derecho al olvido de un individuo que al parecer cometió un delito menor hace casi diez años. En sí, parece una noticia irrelevante: el derecho a la información de los europeos ha retrocedido tanto en estos últimos años que ya es normal que pasen estas cosas. Lo sorprendente es la naturaleza de estas noticias.
Los enlaces que debe retirar Google son a noticias que informaban.... de que Google había eliminado enlaces a noticias sobre este individuo. Es decir, no son las noticias originales, de hace diez años, sino las noticias que informaban sobre la retirada de esos contenidos. Google se negó a retirar estos nuevos enlaces debido a que son noticias recientes que informan sobre un asunto de importancia pública, como es el propio derecho al olvido, lo cual en teoría debería hacerlos inmunes a las disposiciones de la Justicia europea que obliga a los buscadores a eliminar estos enlaces.
El ICO reconoce en parte ese argumento, pero asegura que para informar sobre la retirada no era necesario volver a repetir el nombre de la persona implicada y el delito que cometió en su día, ni enlazar a las noticias eliminadas del buscador de Google. El burócrata encargado del caso, David Smith, ha indicado que estas nuevas noticias aparecen al buscar el nombre del afectado en Google, lo que supone "un impacto negativo sobre su privacidad".
En definitiva, esto supone una suerte de prohibición recursiva. Se prohíbe una información, luego la información sobre esa información y de ahí en adelante. Noticias como ésta misma podrían acabar siendo eliminadas del índice de Google debido a que informan sobre una retirada de contenidos a raíz del derecho al olvido. También los listados con los que medios como The Telegraph o BBC informan de las noticias retiradas de Google por la aplicación del derecho al olvido.