Aunque los voluntarios que están probando Windows 10 aún no han tenido acceso a él, cada vez tenemos más detalles del nuevo navegador de Microsoft, conocido por ahora con el nombre de Proyecto Spartan. Originalmente los planes pasaban por incorporar en Spartan un nuevo motor de renderizado, apostar por las extensiones y optar por un diseño similar a Chrome y Firefox, pero manteniendo la compatibilidad con Internet Explorer 11 y anteriores en caso de que fuera necesario, sobre todo para aplicaciones empresariales e intranets. Pero ahora todo parece haber cambiado, según ha anunciado Microsoft.
A causa al parecer de los comentarios de clientes y los voluntarios que están probando Windows 10, el sistema operativo incluirá Internet Explorer 11 por motivos de compatibilidad, con soporte para tecnologías como ActiveX, pero el navegador por defecto será Spartan, que no será compatible hacia atrás con Internet Explorer. El nuevo navegador dejará así completamente de lado la necesidad de utilizar código antiguo y podrá ser la renovación que Microsoft pretendía que fuera desde el principio. Será, en definitiva, un navegador realmente distinto que se quite el estigma que sufre la marca Internet Explorer, aunque la compañía aún busca esa marca.
Los clientes empresariales podrán, por ejemplo, imponer Internet Explorer como navegador por defecto para todos los usuarios si así lo necesitan. Además, estando la misma versión 11 disponible también para Windows 7 y Windows 8.1, Microsoft cree que esta decisión aportará tranquilidad a los administradores de sistemas a la hora de actualizar las redes empresariales a Windows 10.
Según datos de la web especializada W3Counter, en febrero de 2008 Internet Explorer era el navegador usado por un 63 por ciento de los internautas a nivel mundial, mientras que siete años después, en febrero de 2015, apenas un 17 por ciento de quienes se conectaron a internet lo hicieron con Explorer. El pasado mes de diciembre, el jefe de Internet Explorer y quien había estado al frente del navegador de Microsoft durante diez años, Dean Hachamovitch, abandonó la compañía.