Los desarrolladores web estamos nerviosos. Desde hace ya unos años, sólo los cambios de versión de Internet Explorer y su motor Trident podían poner en peligro la compatibilidad de las páginas web con los principales navegadores del mercado. Es más, un jugador menor como Opera decidió abandonar su propio motor, Presto, para usar WebKit, el mismo que emplean Safari y Chrome. La web se simplificaba: ya no resultaba necesario probar los sitios web complejos en tantos navegadores distintos.
Pero este miércoles los autores de Firefox y Chrome han decidido anunciar la creación de nuevos motores de renderizado: Servo y Blink. Y los dos tienen algo en común: vienen a responder al problema de los microprocesadores con varios núcleos. Tanto WebKit como Gecko –el motor que usa actualmente Firefox– se pensaron con microprocesadores de un solo núcleo en mente, y los dos nuevos motores tienen como objetivo aprovechar mejor no sólo los chips con los que vienen equipados hoy todos los ordenadores y móviles, sino los que llegarán en el futuro con aún más núcleos.
No obstante, hay notables diferencias entre ambos proyectos. En primer lugar, la decisión de Google parece que va a ser bastante inmediata. Blink es un proyecto derivado de WebKit –como WebKit derivó en su día de KHTML–, que partirá del código de dicho motor para ir implementando los cambios, de modo que cabe esperar que aterrice muy pronto en Chrome.
Servo, en cambio, supone una reescritura desde cero en un nuevo lenguaje de programación, Rust, que trae de fábrica un sencillo soporte multiprocesador y numerosas características de seguridad. Aunque el proyecto cuenta con el apoyo de Samsung, que buscaría con él diferenciar sus móviles aún más del resto de la tropa Android, parece improbable que llegue a Firefox pronto. De hecho, Mozilla ni siquiera ha confirmado que vaya a sustituir a Gecko en su navegador.