Anna Birulés, la ministra de la LSSI y los planes fracasados

(Libertad Digital) Anna Birulés de marcha de Ciencia y Tecnología sin haber conseguido sacar a España de la cola de Europa en la Sociedad de la Información. Los únicos países de la UE con unos niveles de acceso a Internet similares a los españoles son Grecia y Portugal. Esto constata el fracaso del Plan Info XXI, uno de los más ambiciosos proyectos impulsados por la ministra a lo largo de los cerca de dos años en los que se ha mantenido al frente de esta cartera. El programa Internet para todos, que fue presentado en múltiples ocasiones, pretendía iniciar en el uso de la Red a un millón de españoles en un único año; el ritmo de matriculaciones en este curso convierte esa cifra en un objetivo imposible, puesto que para lograrlo harían falta ocho años.

Lo que sí ha logrado Birulés es dejar el Ministerio con la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSI) aprobada por las Cortes generales. Esta norma ha sido muy criticada por la mayor parte de la comunidad internatuas y existen campañas en marcha para que las instituciones con competencia para ello presenten un recurso de inconstitucionalidad.

La ministra también deja pendiente la liberalización total de la telefonía local y la sustitución de las líneas de acceso rural TRAC por otra infraestructura con capacidad de transmisión de datos además de voz. En estos momentos, el Ejecutivo estaba estudiando cual es la tecnología adecuada para este cambio. Además, Piqué tendrá que hacer frente al retraso sobre el calendario marcado en la implantación de la telefonía móvil UMTS y a la preparación del recientemente anunciado proyecto de una nueva Ley General de Telecomunicaciones para adaptarse a la nueva situación del sector e incluir las recientes directivas comunitarias.

Al margen de la Sociedad de la Información, la labor de Birulés en los demás ámbitos de competencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología también ha sido objeto de duras críticas. Numerosos colectivos de jóvenes investigadores y científicos consolidados han atacado la gestión de la gerundense, a quien pidieron mayores recursos económicos y humanos, así como una planificación más ordenada.