L. D. / EP.- Un día antes del inicio de los alegatos, Louis Miville-Deschênes, procurador canadiense, ha explicado que “lo que propone el testigo del tribunal, Hanny Chung -cinco meses de detención firme- es tan sólo un mínimo cuya imposición no me satisfacería necesariamente”.
Chung, un educador que a título de experto ha redactado un informe sobre la personalidad del adolescente, afirmó durante las últimas audiencias que el joven no demostraba sentir ningún remordimiento por sus actos, por lo que podría volver a incurrir en ellos. Su opinión difiere de la emitida por el experto presentado por la defensa, la criminóloga Louise Bellefeuille, que precisó al tribunal que Mafiaboy no es un "rebelde", sino un joven inteligente que "se ha desviado durante un periodo" y que "el riesgo de reincidencia es mínimo".
Según Bellefeuille, el adolescente, de 17 años, ha atravesado un "estado de euforia" hasta pasados los primeros veinte días de detención por no respetar ciertas condiciones de su puesta en libertad. Desde entonces -añadió- el acusado ha mantenido un comportamiento serio y correcto, trabajando en un restaurante y siguiendo cursos para solventar su retraso escolar.
Antes de finalizar la audiencia, los padres de Mafiaboy tomaron la palabra para repetir al juez Gilles Ouellet que su hijo "no es un mal chico". "Pienso que necesita un ambiente más estructurado, con restricciones, pero no creo que le ayude una detención", afirmó la madre. En su opinión, "lo que ha hecho es una infracción, de hecho, era la primera, pero no es un acto violento", añadió.
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Chung, un educador que a título de experto ha redactado un informe sobre la personalidad del adolescente, afirmó durante las últimas audiencias que el joven no demostraba sentir ningún remordimiento por sus actos, por lo que podría volver a incurrir en ellos. Su opinión difiere de la emitida por el experto presentado por la defensa, la criminóloga Louise Bellefeuille, que precisó al tribunal que Mafiaboy no es un "rebelde", sino un joven inteligente que "se ha desviado durante un periodo" y que "el riesgo de reincidencia es mínimo".
Según Bellefeuille, el adolescente, de 17 años, ha atravesado un "estado de euforia" hasta pasados los primeros veinte días de detención por no respetar ciertas condiciones de su puesta en libertad. Desde entonces -añadió- el acusado ha mantenido un comportamiento serio y correcto, trabajando en un restaurante y siguiendo cursos para solventar su retraso escolar.
Antes de finalizar la audiencia, los padres de Mafiaboy tomaron la palabra para repetir al juez Gilles Ouellet que su hijo "no es un mal chico". "Pienso que necesita un ambiente más estructurado, con restricciones, pero no creo que le ayude una detención", afirmó la madre. En su opinión, "lo que ha hecho es una infracción, de hecho, era la primera, pero no es un acto violento", añadió.
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