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La NASA pone en marcha unos propulsores de la Voyager 1 tras 37 años… y funcionan

La Voyager 1 está a más de 20.000 millones de kilómetros, pero a pesar de ello la NASA logró poner en marcha unos propulsores tras 37 años parados.

La Voyager 1 en el espacio, recreada por un artista | NASA

Por primera vez en 37 años, la NASA ha recurrido a los Propulsores para Maniobras de Corrección de Trayectoria (TCM, por sus siglas en inglés) de la Voyager 1, con el objetivo de reorientar la sonda para que su antena apuntara directamente a la Tierra, informó la agencia espacial en un comunicado del que se hace eco Efe.

La NASA comparó en un comunicado esta maniobra, que fue llevada a cabo el pasado miércoles, con "arrancar un coche que ha permanecido en el garaje durante décadas", por lo que, según reconoció, no se sabía si los propulsores responderían.

Estos propulsores funcionan lanzando pequeñas llamaradas de fuego, que duran apenas unos milisegundos y permiten variar la orientación de la sonda. En un principio, los técnicos deberían haber recurrido a los propulsores para el Control de la Posición de la nave, pero debido al paso del tiempo estos han sufrido un notable deterioro, por lo que habrían incurrido en un mayor consumo de oxígeno del que finalmente ha sido innecesario gracias a los TCN.

40 años en el espacio

El proyecto Voyager es uno de los más duraderos de la carrera espacial, puesto que se puso en marcha el 20 de agosto de 1977, con el lanzamiento de la sonda Voyager 2 desde la base de Cabo Cañaveral, si bien no se consideró en plena operatividad hasta el lanzamiento de la Voyager 1, que tuvo lugar dieciséis días después.

El principal objetivo de la misión era explorar Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, una tarea que previsiblemente debería demorarse unos cuatro años.

Sin embargo, precisamente sus propulsores impulsados por fuentes de energía nuclear, así como el hecho de que la mayoría de sus sistemas operativos estén duplicados, han permitido a las naves seguir su viaje durante cuarenta años.

El hecho de que haya quedado probado que la Voyager 1 puede contar con este sistema de propulsores, que no había sido utilizados desde 1980, invita a pensar que la misión podría seguir al servicio de la NASA durante algún tiempo más: "Con estos propulsores aún funcionales, después de 37 años sin haber sido usados, seremos capaces de extender la vida de la sonda Voyager 1 entre dos y tres años más", declaró la actual responsable del programa, Suzanne Dodd.

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