Los científicos han descrito cómo crearon un catalizador avanzado basado en níquel reforzado con estaño y cerio y lo usaron para transformar CO2 y CH4 en un gas de síntesis que puede usarse para producir combustibles y una gama de productos químicos valiosos en un estudio publicado por Applied Catalysis B: Environmental.
Según Global Carbon Project, las emisiones mundiales de CO2 aumentarán en 2017 por primera vez en cuatro años, y la producción de carbono crecerá en promedio un tres por ciento cada año desde 2006. Si bien la tecnología de captura de carbono es común, puede ser costosa y, en la mayoría de los casos, requiere condiciones extremas y precisas para que el proceso tenga éxito. Se espera que el nuevo catalizador ayude a que la tecnología esté más ampliamente disponible en toda la industria, y sea más fácil y más económica para extraerla de la atmósfera.
Tomas R. Reina, de la Universidad de Surrey, afirma que el proyecto es "extremadamente emocionante" y cree que se ha logrado con este proyecto algo que puede tener "un impacto real en las emisiones de CO2". "El objetivo que perseguimos es una forma de revertir los impactos de los gases nocivos en nuestra atmósfera: esta tecnología, que podría verlos no sólo eliminados sino convertidos en combustibles renovables para su uso en países más pobres, es el Grial de la ciencia del clima", asegura.
Harvey Arellano-García, Jefe de Investigación en el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Surrey, indica que utilizar CO2 de esta manera es una "alternativa viable a los métodos tradicionales de captura de carbono", que podrían tener un impacto considerable en la salud de la Tierra. "Ahora estamos buscando los socios adecuados de la industria para aprovechar esta tecnología y convertirla en un proceso que cambia el mundo", concluye.