En Europa sigue prohibida a pesar de que lleva tanto tiempo en el mercado estadounidense que ya ha caducado la patente. Es la soja Roundup Ready de Monsanto, uno de los productos biotecnológicos más importantes de la historia, y diana habitual de la demagogia ecologista contra los transgénicos, como demuestra el manifiesto con el que Ahora Madrid intentaba justificar su empeño en declarar a la capital de España como ciudad libre de transgénicos.
Desde que comenzara a comercializarse en Estados Unidos, la soja transgénica ha conseguido hacerse con más del 90% del mercado de ese país, con cifras mejores que los del algodón y el maíz. Aunque Monsanto tiene ya en el mercado una variante mejorada de su soja transgénica, y dispone de una tercera que está pasando el proceso de aprobación, la Universidad de Arkansas ya ha puesto en el mercado una soja Roundup Ready "genérica" que aunque menos eficiente que las semillas más modernas cuestan la mitad, ofreciendo además a los agricultores la posibilidad de replantarlas.
La semilla de la Universidad de Arkansas se ha desarrollado modificando los genes de una variedad de soja distinta a la usada por Monsanto, empresa que asegura no estar preocupada por el final de la patente al tener mejores opciones. Aunque su cuota de mercado es por el momento es mínima, ya hay otras universidades que están lanzando sus propios transgénicos genéricos.
La soja Roundup Ready está modificada para hacerla resistente al herbicida glifosato, que Monsanto vende con la marca comercial de Roundup. De este modo, los agricultores pueden emplear en sus cultivos este herbicida, más económico y menos tóxico que sus alternativas.