Hay una escena en la que los superhéroes Iron Man, Hulk, Capitán América y Ojo de Halcón tratan de levantar el martillo de Thor. Ninguno puede. ¿Cuál es el motivo? La ciencia trata de explicarlo.
Neil deGrasse Tyson, el primero en teorizar
Neil deGrasse Tyson es un astrofísico norteamericano famoso por presentar la renovada entrega de la mítica serie de televisión Cosmos y por su presencia en Internet. Hace unos meses tuiteó:
"If Thor's hammer is made of neutron-star matter, implied by legend, then it weighs as much as a herd of 300-billion elephants" ("Si el martillo de Thor está hecho de materia de estrellas de neutrones, mencionado por la leyenda, entonces su peso es como el de una manada de 300 mil millones de elefantes").
El astrofísico hace mención a las estrellas de neutrones. Es el material más denso sin contar los agujeros negros. Equivaldría a comprimir un avión Boeing 747 al tamaño de un grano de arena. Sabemos –no me pregunten cómo- que Mjolnir, el martillo de Thor, mide 139,7mm x 139,7mm x 215,9mm y que, con algunas multiplicaciones, podemos calcular que pesaría 4,5 cuatrillones de kilogramos, o lo que es lo mismo: 96 millones de Titanics.
Pero este descomunal peso presenta varios inconvenientes. El primero es que si, como muestra la película, el martillo se tratara de apoyar en la mesa de Tony Stark, la agujerearía instantáneamente, después iría el apartamento y todas las capas de la tierra hasta llegar al mismísimo núcleo.
El segundo inconveniente sería la enorme fuerza de gravedad que emitiría. Todos los objetos cercanos -incluido el musculado Thor- serían atraídos hacia el martillo con una violencia descomunal. Las partes del cuerpo cercanas al mazo lo harían más fuertemente que las partes más alejadas, convirtiendo a nuestro mítico Thor en un enorme y alargado espagueti al estilo del Sr. Fantástico.
Segunda teoría: pura tecnología
El Dr. Kakalios es autor de La Física de los Superhéroes y profesor en la Escuela de Física y Astronomía en la Universidad de Minnesota. Según él mismo explicó en un detallado artículo para la revista Wire, en la película titulada Thor (2011), el Hijo de Odín cuenta a Iron Man: "… Tus ancestros lo llamaban magia. Tú lo llamas ciencia. Vengo de una tierra donde ambas son una y lo mismo".
Se puede deducir entonces que Mjolnir encierra grandes secretos tecnológicos. Un sistema de reconocimiento más sofisticado que los utilizados hoy en día. Complejos sensores que reconozcan el perfil biológico y psicológico siendo capaces de evaluar la dignidad del que trata de empuñar el martillo, como proclama la mitología.
Por otro lado el material del que está hecho Mjolnir es el Uru. No conocemos sus propiedades pero podemos deducir que, ante ciertos estímulos, sería capaz de emitir gravitones. Según algunas teorías, son las partículas responsables de trasmitir la fuerza de la gravedad. Si no eres el elegido, los gravitones contrarrestarían el impulso ejercido para moverlo. Una hipótesis basada en la segunda ley de Newton. También serviría para aclarar la capacidad de Mjolnir para moverse y volar en cualquier dirección.
El asunto no deja de ser un juego más o menos friki, pero ha servido para que en los últimos meses hayan circulado por Internet conceptos como "la estrella de neutrones", "los gravitones", "la Segunda ley de Newton" o "la densidad de un objeto". Este tipo de debates es más habitual en Estados Unidos. Los científicos acostumbran a bajar a la arena. Pertenecen a la sociedad civil. Es habitual ver a DeGrasse en programas de televisión opinando de la última película de ciencia ficción. Su Twitter cuenta con 3,73 millones de seguidores. En España aún estamos lejos pero lo estamos intentado. Es parte del proceso de cambio que nos merecemos.