Los Pilares de la Creación, las icónicas nubes gigantes de gas y polvo ubicadas en la Nebulosa del Águila, a unos 7.000 años luz, se evaporarán completamente en unos tres millones de años, según la investigación de un equipo internacional de astrónomos.
El trabajo publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, se apoya en la primera imagen tridimesional de estas famosas columnas de polvo cósmicas, que revela su "inminente" destrucción, según informó hoy en un comunicado del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Con la ayuda del instrumento MUSE instalado en el telescopio de gran tamaño (VLT) del ESO en Chile, los astrónomos han visto que los Pilares de la Creación pierden cada millón de años lo equivalente a setenta veces la masa solar. Partiendo de una masa actual de 200 veces la del sol, "se espera que tengan una vida útil de quizás tres millones de años más, un pestañeo en tiempo cósmico", destaca el Observatorio.
A partir de este nuevo hallazgo, los astrónomos sugieren volver a bautizar a las célebres columnas cósmicas como los "Pilares de la Destrucción". Una nueva ilustración tridimensional de estos tres famosos pilares revela nuevos detalles sobre su distribución espacial, así como pruebas de la existencia de dos estrellas en gestación en las columnas de la izquierda y del centro y un inédito chorro procedente de una estrella joven que hasta ahora no se había visto.
Las columnas se han esculpido con el tiempo como consecuencia de la potente radiación erosiva y los vientos estelares que las fulgentes estrellas del cúmulo –del tipo O y B– provocan tras su gestación, expulsando el material menos denso lejos de su vecindad.
En este caso, los grumos más densos de gas y polvo pueden resistir a esta erosión funcionando como un blindaje que crea oscuras "colas" o "trompas de elefante", y es lo que se aprecia como el cuerpo oscuro de un pilar que apunta hacia las brillantes estrellas.
Los astrónomos esperan comprender mejor cómo las estrellas jóvenes de tipo O y B influyen en la formación de estrellas de generaciones posteriores. Numerosos estudios han identificado protoestrellas formándose en estas nubes, por lo que sí pueden seguir llamándose "Pilares de la Creación", apunta el ESO.