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¿Vamos a dejar de escribir a mano?

Algo perderemos si dejamos de usar el bolígrafo para siempre, pero está por ver si es algo importante.

Escribir a mano cada vez es menos habitual. | Flickr/CC/Jeffrey James Pacres

A finales de 2014 saltaba la noticia. Había que decirle adiós a los cuadernos de Rubio y al empeño mítico por tener buena o mala letra. ¿La razón? Los niños finlandeses, referencia en todo el mundo por la excelencia de su sistema educativo, iban a dejar de escribir a mano para aprender a hacerlo con un teclado.

Unos días después, Minna Harmanen, la responsable del Instituto de Educación de Finlandia, matizaba la noticia y aseguraba que los niños de este país del norte de Europa seguirán aprendiendo a escribir con la conocida como letra de palo, es decir, separada. "Lo que se sustituirá por el teclado será el aprendizaje de la caligrafía tradicional", aseguraba en un comunicado.

Porque lo innegable es que ya escribimos mucho más usando un teclado que a mano. Pero ¿qué consecuencias tendrá este cambio en nuestro desarrollo?

Escribir con la mente

Cuando aprendemos a leer, nuestro cerebro va reforzando gradualmente vínculos entre las áreas cerebrales que participan en el proceso: las que reconocen la forma visual de las letras, las que nos dicen cómo suena una palabra y las que le dan el significado. Escribir a mano ayuda a forjar estas áreas cerebrales. Cuando aprendemos a escribir, reclutamos a una parte del cerebro más: la corteza motora, que controla los movimientos físicos. Al leer, esas mismas zonas se activan, de manera que podríamos decir que escribimos esas palabras en nuestra mente como las leemos.

La neurocientífica Karin James, de la Universidad de Indiana, comprobó en una investigación que los niños pueden reconocer nuevas letras más fácilmente cuando las escriben primero, y que algunas regiones del cerebro que se iluminan cuando leemos los adultos también se activan en los niños cuando están aprendiendo a escribir. Este es uno de los estudios que trata de demostrar la importancia de la escritura a mano. En una investigación reciente de la Universidad de Princeton también se comprobó que el nivel de comprensión de un grupo de estudiantes que tomaron notas de sus clases a mano era mucho mayor que el de otro que lo hizo con un teclado. ¿La razón?

A mano o a máquina

"Cuando escribimos a máquina y lo hacemos a gran velocidad, lo que escuchamos no tiene que pasar por el filtro cerebral de la comprensión. Sin embargo, cuando escribimos a mano no podemos hacerlo tan rápido, así que el resultado ya es una interpretación de lo que escuchamos. Además, está demostrado que llevar a cabo una acción motora mientras escuchamos mejora nuestra atención, por lo que es normal que el nivel de comprensión sea mucho mejor cuando escribimos", asegura Carlos Tejero, de la Sociedad Española de Neurología.

Por su parte, Luis Miguel Martínez, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante, explica: "En personas que están muy habituadas a escribir se activan las mismas zonas del cerebro cuando imaginan historias o confabulan que cuando escriben. Algo que sucede con menos intensidad cuando usamos medios digitales, lo que podría significar cierto menoscabo de las habilidades cognitivas".

Lo que importa es la trama

Y no solo en la escritura. También hay algunos estudios que aseguran que el cambio de la lectura en papel al formato electrónico tiene los mismos efectos. Una investigación de la psicóloga Anne Mangen publicada en la revista New Scientist concluía que leer en papel nos permite reconstruir mejor la trama de una novela que cuando lo hacemos en un dispositivo electrónico. Ella puso a prueba a voluntarios de una biblioteca a quienes hizo leer la misma novela en ambos formatos. Los que leyeron en papel fueron casi el doble de buenos en colocar catorce eventos sucedidos en la trama en la secuencia correcta. Mangen sugiere que esto puede tener que ver con que en papel tenemos mejor visión espacial de lo que leemos. Se puede recordar que un cierto pasaje era más o menos en la mitad del libro, mientras que en el formato digital estas referencias desaparecen.

Entonces, ¿definitivamente salimos perdiendo con la digitalización de la lectura y la escritura? "Mi impresión personal es que todavía es pronto para hacer afirmaciones catastrofistas", indica Luis Miguel Martínez. "Cuando aparece una nueva tecnología, siempre hay quien lo hace, pero yo creo que hay que dejar pasar un poco de tiempo. Es cierto que la escritura proporciona ciertas habilidades de motricidad fina y que activa unos circuitos cerebrales determinados, pero la de teclado activa otros. Todavía no se ha investigado qué sucede a largo plazo si dejamos la escritura manual o la lectura en papel, si no se activan los circuitos que corresponden a estas practicas, por lo que creo que no es justo afirmar que las consecuencias vayan a ser negativas".

"Claro que estaremos perdiendo algo si dejamos de escribir a mano, pero lo que debemos valorar es la relevancia que va a tener ese algo en nuestro mundo. Y lo que parece claro es que en nuestro futuro inmediato la escritura en teclado será relevante. Porque el mundo está cambiando en esta dirección y no podemos darle la espalda a eso", termina Martínez.

Lectura digital

La lectura en formato digital también está ganando la partida al papel. Sin embargo, al contrario que con la escritura, la mayoría de las investigaciones al respecto concluyen que no hay diferencias fundamentales en la actividad cerebral cuando leemos en uno u otro formato. Pese a ello, la UE ha puesto en marcha el proyecto E-READ, La evolución de la lectura en la era de la digitalización, en el que participarán investigadores de 25 países, para profundizar en el tema.

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