Estar enamorado puede ayudar a mantenerse sobrio a pesar de que se consuma alcohol. Siempre que uno sea un roedor, claro. Y es que una nueva investigación realizada por la Universidad de Sidney, ha demostrado que la oxitocina, la hormona responsable de la sensación de enamoramiento, bloquea los efectos del alcohol en los ratones.
Los investigadores observaron los efectos que las bebidas alcohólicas causaba en los roedores que usaban como cobayas, y vieron que los ejemplares que estaban sobrios se dedicaban a corretear por sus jaulas, mientras que los que estaban ebrios, se quedaban tumbados en un rincón como si estuvieran sedados. Pero tras suministrarles una dosis de oxitocina, comprobaron que los ratones bebedores se mostraban igual de vitales que los sobrios.
Además, midieron, el tiempo máximo que los animales podían sostenerse en posición invertida. Los ratones sobrios se mantenían así de 10 a 15 segundos, mientras que los ebrios solamente duraban dos en dicha postura. Aunque, al suministrarles oxitocina lograban estar en esa posición el mismo tiempos que sus colegas sobrios.
La conclusión que los investigadores han obtenido es que la llamada hormona del amor bloquea los efectos del alcohol, aunque ahora hay que comprobar si actúa de igual manera en los seres humanos.