Investigadores del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han revelado que el 2% de los hombres catalanes no tiene el apellido de su verdadero padre.
El hallazgo, publicado en la revista European Journal of Human Genetics, atribuye este hecho a una adopción, una falsa paternidad o una adopción del apellido de la madre por parte de estos hombres, ha informado este miércoles la UPF en un comunicado.
Concretamente, el estudio ha detectado que, en cada generación, una media del 2% de los hombres catalanes recibe el cromosoma masculino y el apellido de personas diferentes, algo que separa la transmisión del apellido de la transmisión del cromosoma Y.
También ha determinado que los apellidos más frecuentes -como Ferrer, Soler, Vidal o Serra- lo son porque se fundaron independientemente muchas veces, mientras que la mayoría de los portadores de apellidos más raros -como Balasch, Llach o Melis- son descendientes de uno o pocos fundadores.
El estudio genético se ha basado en el cromosoma Y de 2.500 hombres procedentes de todos los territorios de habla catalana: la participación ha sido voluntaria y gratuita, y se ha dirigido a cualquier hombre portador de un primer apellido incluido en una lista de 50 apellidos seleccionados para el estudio.
Rasgos masculinos
En el genoma humano, el cromosoma Y es el responsable de los rasgos sexuales masculinos y se transmite de una generación a otra por la línea masculina de padre a hijo, un comportamiento igual que el de los apellidos en Europa Occidental.
Por ello, los investigadores han podido descifrar la genética que hay detrás de los apellidos catalanes a través del estudio de los cromosomas Y de los hombres.