¿Podría el champán ayudar a que las centrales eléctricas sean más eficientes? Según una investigación realizada por un equipo de la Universidad de Tokio, y cuyos resultados se han publicado en la revista Journal of Physics, es una posibilidad nada descabellada.
Al descorchar una botella de champán, de inmediato se forman burbujas, en un proceso donde las más pequeñas contribuyen a crear otras mayores. Este fenómeno se conoce como "maduración de Ostwald". Ahora, con la ayuda del supercomputador K de la Universidad de Kobe, los investigadores nipones han sido capaces de observar por primera vez cómo se produce este proceso.
"Comprender el funcionamiento de las burbujas puede ser muy importante para la ingeniería", explicó Hiroshi Watanabe, director del estudio. Y esto se debe a que las centrales eléctricas se basan en calderas que convierten el agua líquida en gaseosa. Pero, hasta la fecha, se desconocían cuáles eran los mecanismos que contribuían a que ese agua, una vez transformada en vapor, generara burbujas. Los investigadores creen que ese proceso tiene que ser muy similar al que opera en el caso del champán, lo que les hace pensar que conocer mejor esta bebida podría contribuir a aumentar el rendimiento de las centrales eléctricas.
"De momento, nuestra investigación no tiene aplicaciones inmediatas, pero comprender el comportamiento de las burbujas en profundidad nos puede ayudar a fabricar centrales eléctricas más eficientes", añadió el profesor Watanabe.