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El observatorio Chandra encuentra una langosta cósmica

El observatorio de rayos X Chandra ha detectado una peculiar forma en el espacio.

Dos nuevas imágenes del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA proporcionan fascinantes vistas, incluida una en forma de langosta, de las secuelas de supernovas.

Cuando una estrella masiva se queda sin combustible, las regiones centrales colapsan para formar, por lo general, una estrella de neutrones. La energía generada por la formación de la estrella de neutrones desencadena una supernova.

A medida que la onda de choque se mueve hacia el exterior y barre el gas interestelar, una onda de choque inversa es impulsada hacia el interior, calentando el material eyectado por la estrella.

Mientras tanto, la rápida rotación e intenso campo magnético de la estrella de neutrones se combina para generar un poderoso viento de partículas de alta energía. Esta llamada nebulosa de viento púlsar puede resplandecer en rayos-X y ondas de radio.

Una observación prolongada con Chandra del remanente de supernova MSH 11-62 revela una concha irregular de gas caliente, que se muestra en rojo, con la nebulosa extendida en rayos X de alta energía, que se muestra en azul. A pesar de que los científicos tienen todavía tienen que detectar las pulsaciones de un objeto central dentro de MSH 11-62, la estructura a su alrededor tiene muchas características propias de las nebulosas de viento púlsar. El choque inverso y otros choques secundarios dentro de MSH 11-62 parecen haber empezado a aplastar la nebulosa de viento púlsar, contribuyendo posiblemente a su forma alargada.

MSH 11-62 se encuentra a unos 16.000 años luz de la Tierra. El primer plano de MSH 11-62 está salpicado de centenares de fuentes asociadas con el cúmulo estelar abierto Trumpler 18.

El remanente de supernova G327.1-1.1, que se encuentra en alrededor de 29.000 años luz de la Tierra, es otro espectacular campo de escombros que queda cuando una estrella masiva explota. La imagen de Chandra muestra el movimiento hacia el exterior, o hacia adelante, por ondas de choque (visto como el color rojo débil), y una nebulosa de viento púlsar brillante (azul). La nebulosa de viento púlsar se parece haber sido distorsionada por la acción combinada de la onda de choque inversa y por el movimiento del púlsar.

Una estructura que recuerda a dos garras de langosta sobresalen de cerca de la cabeza de la nebulosa de viento púlsar. El origen de estas características, que pueden ser producidas por la interacción del viento púlsar con el choque inverso, es desconocido.

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