Un estudio publicado en la revista Nature, que está liderado por la Universidad de Oxford (Reino Unido) y que cuenta con participación de científicos españoles, revela que la desaparición de los neandertales en Europa y el fin de las culturas líticas asociadas a esta especie se dieron hace entre 41.000 y 39.000 años. Así se desprende de los restos fósiles encontrados en yacimientos desde el Mar Negro, en Rusia, hasta la costa atlántica española.
El trabajo asegura que una sustitución rápida de los neandertales europeos por los seres humanos anatómicamente modernos, es compatible con una situación más compleja en la que se daría un mosaico biológico y cultural que se prolongaría durante varios miles de años.
"Estas nuevas dataciones se han hecho a partir de los fósiles de neandertales –cuando ha sido posible–, y también sobre objetos arqueológicos. Estudios previos sugieren que los neandertales sobrevivieron durante largos períodos en ciertas partes de Europa. La más notable de estas regiones era Iberia, donde algunos investigadores afirmaron que estuvieron en el sur hasta hace 30 000 años", declara a Sinc William Davies, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), coautor de la investigación.
Este solapamiento temporal entre los neandertales y los humanos modernos duraría entre 2.600 a 5.400 años, lo que les permitiría intercambios culturales entre los dos grupos, y posiblemente también genéticos.
"El periodo de convivencia entre los humanos modernos y los neandertales se ha acortado respecto al que se estimaba anteriormente. Anteriormente se argumentaba que el tiempo de solapamiento en Europa occidental fue de 10 000 años más o menos. Aún así, este período revisado es todavía mucho tiempo. Tal vez entre unas 130 y 270 generaciones humanas, por lo que el potencial para el intercambio sigue siendo grande", destaca el científico.
Según los autores, la determinación de las relaciones espaciales y temporales entre los primeros humanos modernos y los neandertales es fundamental para comprender cómo ocurrió el proceso y las razones de la desaparición de estos últimos.
Sin embargo, hasta ahora los desafíos técnicos han dificultado una datación fiable de la época, ya que las muestras de más de 50.000 años conservan muy poco carbono-14 para realizar una datación convencional.
Para solucionarlo, los investigadores utilizaron técnicas mejoradas de procesamiento de las muestras y la espectrometría de masas, utilizando aceleradores de partículas (AMS) para analizar los huesos del Musteriense y herramientas de piedra de la industria Chatelperroniense –asociada a los neandertales–, así como artefactos Uluzzian, que se cree que fueron construidos por los humanos modernos.
"Muchos de los yacimientos estudiados –en colaboración con muchos investigadores españoles– son de España: Zafarraya, El Niño, Sima de las Palomas, El Salado, Quebrada, Jarama VI, La Viña, El Sidrón, La Güelga, Esquilleu, Cueva Morín, Arrillor, Labeko Koba, Lezetxiki, Abric Romaní y L'Arbreda. Un total de 16 de los 40 en los que hemos recogido muestras", concluye el investigador.