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Iniciativa Copérnico

El lanzamiento de Sentinel-1A inaugura el nuevo programa de observación de la Tierra

El nuevo satélite incluye un radar avanzado capaz de captar imágenes pese a condiciones meteorológicas adversas.

El nuevo satélite incluye un radar avanzado capaz de captar imágenes pese a condiciones meteorológicas adversas.
Ilustración del satélite Sentinel-1A, el primero del programa Copernico de observación de la Tierra. | ESA

Este jueves despega el primer satélite Sentinel de la iniciativa Copérnico, promovida por la Comisión Europea y la ESA para vigilar el medio ambiente y la seguridad a escala global. La nave cuenta con un avanzado radar que monitorizará la superficie de nuestro planeta en cualquier condición meteorológica.

El lanzamiento de Sentinel-1A a bordo de un cohete Soyuz está programado este jueves a las 23:02 h (hora peninsular española) desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou (Guayana Francesa).

Se trata del primer satélite del programa Copérnico de observación de la Tierra, el más ambicioso de la historia. Está diseñado para proporcionar información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad ciudadana.

Esta iniciativa está liderada por la Comisión Europea (CE), en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) –responsable de coordinar la distribución de los datos– y la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA). Copérnico es el nuevo nombre del programa de Vigilancia Mundial para el Medio Ambiente y la Seguridad, antes conocido como GMES.

Sentinel-1A está equipado con un sofisticado radar capaz de monitorizar la superficie de la Tierra en cualquier condición meteorológica, de día o de noche. En concreto, es un radar de apertura sintética de banda C construido por Airbus DS.

Aunque cuenta con complejos dispositivos de compresión de datos, el sistema de comunicaciones del satélite tendrá que suministrar unos 8.000 gigabits diarios de datos de imagen durante los próximos siete años.

Según sus promotores, los resultados de esta misión ayudarán a proteger mejor el medio ambiente, permitiendo detectar y monitorizar la evolución de los vertidos de crudo, estudiar las banquisas de hielo, detectar los desplazamientos de la superficie de la tierra o analizar los usos del terreno.

Respuesta a desastres naturales

También jugarán un papel fundamental para facilitar las labores de los equipos de ayuda humanitaria y de respuesta ante desastres naturales, distribuyendo mapas actualizados de las zonas afectadas.

Para optimizar la cobertura y la accesibilidad a sus datos, esta misión consiste en una constelación de dos satélites idénticos. Sentinel-1B seguirá los pasos del primero el año que viene, y luego se lanzarán otros satélites de la serie.

Thales Alenia Space es la contratista principal de la misión Sentinel-1 y Sentinel-3. El primero ha sido construido básicamente en Italia, aunque los módulos y la electrónica que constituyen el ‘corazón’ del radar en banda C han sido desarrollados por Airbus DS. Su delegación española ha suministrado el subsistema de control térmico del satélite, esencial para protegerlo de la influencia de la radiación solar.

De hecho CASA Espacio tiene presencia tecnológica en tres de los cinco Sentinel que equipan dispositivos fundamentales de las naves, como radares e instrumentos de imágenes multiespectrales.

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