"Sus visiones y creatividad han allanado el camino de nuestro día a día marcado, en su esencia, por la transmisión de la energía eléctrica a grandes distancias y el mundo inalámbrico de las comunicaciones", explica a Efe Vladimir Jelenkovic, director del Museo Nikola Tesla de Belgrado.
"Tesla tenía visiones que a muchos en aquel tiempo simplemente les parecían ciencia ficción, algo imposible de realizar. La ficción va desapareciendo, y resulta que el tiempo le está dando cada vez más la razón", sostiene.
El propósito de Nikola Telsa de domar las fuerzas de la naturaleza para el bien de la humanidad y la búsqueda de energía gratis y sostenible para todos, siguen siendo asuntos candentes muchas décadas después. Los mitos también envolvieron a este hombre de dos metros de altura, gran delgadez y andar encorvado, conocido también por sus extravagancias y por su maniática pulcritud.
El halo de misterio que envolvió su vida llevó a alguna gente a afirmar que era capaz de mover objetos con la mente o que había desarrollado un método para viajar en el tiempo. Y es que algunas de sus visiones, como su "sistema mundial de transmisión inalámbrica" de la electricidad, o la idea de enviar información sin la utilización de cables eran concepciones muy avanzadas para su tiempo.
"Creó sus inventos más importantes a finales del siglo XIX, su aplicación marcó el siglo XX, y sus soluciones como visionario hace más de cien años, como el control remoto, las técnicas de radio y la tecnologías inalámbrica, sólo hoy tienen plena aplicación", subraya Jelenkovic.
De hecho, el mundo actual sería inimaginable sin el control a distancia de instrumentos y aparatos, desde las mediciones para previsiones meteorológicas hasta vehículos de la NASA en Marte, la telefonía móvil o Internet. Y de todo esto habló Nikola Tesla, aunque con términos propios de la tecnología de su tiempo.
Las investigaciones sobre electricidad inalámbrica que desarrolló en un enorme laboratorio en Long Island (EEUU) nunca llegaron a aplicarse en el mundo real, entre otras cosas, por falta de fondos. De haber hecho realidad sus ideas, habrían puesto fin a la red con postes de alta tensión y conductores que existe hasta ahora, y que también estableció Tesla con sus revolucionarios inventos.
"Hoy, el reconocimiento de Tesla va por esa variante y excita la imaginación de que, de hecho, el mundo podía haber tenido telecomunicaciones y tecnología inalámbrica ya hace más de un siglo", considera Jelenkovic. El experto serbio indica que ahora crece el interés por Tesla y que "en los últimos diez años es prácticamente un icono pop planetario, un hombre que excita la imaginación en cualquier parte del planeta".
Ejemplo de esa devoción es que escritores estadounidense de culto como Paul Auster y Thomas Pynchon lo citan en varios de sus libros, mientras que el novelista francés Jean Echenoz lo convierte en protagonista de su libro 'Relampagos'. Además, Nikola Tesla se ha convertido en personaje de algunos videojuegos, tebeos e incluso en películas como The Prestige (2006), en la que le dio vida el cantante David Bowie.
Por otra parte, diferentes científicos han explorado el inagotable legado de Tesla para dar vida a algún proyecto. Jovan Cvetic, de la Facultad de Electrotécnica de Belgrado, está en proceso de reconstruir un transmisor de alto voltaje, según el diseño de Nikola Tesla, para investigar la posible transmisión sin cables de la electricidad.
En unos ensayos del año 1900, Tesla previó nuestra época al señalar que el planeta se quedaría en algún momento sin combustibles fósiles y habría que prepararse para el uso de energía renovables como la solar y la eólica. Precisamente, una de las primeras centrales hidroeléctricas del mundo se construyó en las cataratas del Niagara (Canadá/EEUU) en 1896 gracias a las investigaciones del prolífico científico. También fue el primero en usar la iluminación fluorescente, inventó los rayos-X, aunque no los patentó, e ideó aviones de despegue y aterrizaje vertical.
El archivo de Nikola Tesla, que se guarda en su Museo en Belgrado, integrado por más de 156.000 páginas de documentación, forma parte del registro "Memoria del Mundo" de la UNESCO desde 2003. Los documentos fueron trasladados de Nueva York a Belgrado después de la muerte de Tesla en Nueva York, cuyas cenizas también se guardan en una urna en el Museo belgradense.