Los meteorólogos de la NASA señalaron que se mantiene un 60 por ciento de probabilidades de condiciones propicias para el lanzamiento desde la Estación de la Fuerza Aérea en Cabo Cañaveral (Florida, EEUU) del cohete que transportará a Maven.
La cápsula, cuyas siglas en inglés corresponden a Evolución Atmosférica y Volátil de Marte, tardará diez meses en llegar a su destino, la órbita del planeta rojo. Si no se pudiera hacer el lanzamiento dentro de este período, Maven deberá esperar otros veintiséis meses para la alineación adecuada de la Tierra y Marte.
Miles de millones de años atrás, según los astrónomos, Marte fue un planeta cálido con una atmósfera densa y grandes volúmenes de agua en la superficie. El explorador Curiosity de la NASA encontró este año en la superficie marciana un sitio que podría haber sustentado la vida de microbios en ese pasado remoto.
Con los milenios Marte perdió la mayor parte de su atmósfera y se ha convertido en un planeta donde la atmósfera tiene una densidad equivalente a apenas el 1% de la que tiene la atmósfera terrestre. Los científicos esperan que Maven, una misión de 671 millones de dólares, pueda resolver este misterio.
Para ello en marzo de 2014, la cápsula iniciará una danza orbital elíptica que la colocará a veces a unos 150 kilómetros de la superficie marciana y otras veces a unos 6.000 kilómetros.
Los científicos de la NASA explicaron que en el curso de un año la cápsula empleará sus ocho instrumentos para estudiar la atmósfera superior de Marte y el viento solar, el torrente de partículas solares cargadas que ha despojado a Marte de la mayor parte de su atmósfera.
Maven también cumplirá una misión adicional al servir como estación de relevo para las comunicaciones entre la NASA en Tierra y sus dos robots exploradores en Marte, el Opportunity y el Curiosity. Hasta ahora estas funciones las han cumplido el satélite Mars Odyssey, lanzado en 2001, y el Mars Reconnaissance Orbiter, lanzado en 2005.