Nuestro cuerpo asimila el alcohol mediante la acción de dos enzimas segregadas por el hígado. La alcohol deshidrogenasa (ADH) lo transforma en acetaldehído y la aldehído deshidrogenasa (ALDH) convierte ese segundo compuesto en acetato. Así como el acetato es básicamente inofensivo, e incluso es una buena fuente de energía, el acetaldehído es responsable de diversos males, entre ellos el dolor de cabeza de la maldita resaca.
Científicos chinos de la Universidad de Sun Yat-Sen, Guangzhou, examinaron en el laboratorio alrededor de 57 bebidas, que iban desde un té de hierbas que se usa tradicionalmente en China como analgésico hasta bebidas con gas, para determinar sus efectos sobre esta doble reacción que se produce al metabolizar el alcohol.
Algunas de ellas, como el té, aceleraron la actividad de la ADH mientras inhibían la de la otra enzima ALDH. Este es el peor de los resultados posibles. Produce más acetaldehído de lo normal y además reduce la capacidad de transformarlo en acetato, multiplicando así el efecto de la resaca. En cambio, bebidas de lima y limón como el Sprite, conocido en China como Xue bi, conseguían incrementar la actividad de la enzima buena, acelerando la transformación del acetaldehído en acetato y, por tanto, reduciendo la resaca.
Todo esto, no obstante, es teoría. Aunque probado en laboratorio, aún no se ha experimentado con seres vivos para comprobar que las reacciones químicas son las mismas que tienen lugar en nuestro cuerpo.