Los mayores animales que han pisado la superficie terrestre hasta la fecha han pertenecido al superorden Dinosauria. Sirvan como ejemplos especies como Sauroposeidon –hasta 30 metros de longitud y 40 toneladas de peso–, Supersaurus –hasta 34 metros de longitud y 40 toneladas de peso– o Argentinosaurus –que alcanzó los 35 metros de longitud y las 100 toneladas de peso–.
Aunque no son escasos los restos fósiles de dinosaurios gigantes, la mayoría de estos reptiles no superaban el tamaño de un perro medio. Por ejemplo, el último descubrimiento del paleontólogo de la Universidad de Chicago Paul Sereno: un animal bautizado como Pegomastax africanus –"mandíbula gruesa de África"– que medía 61 centímetros de longitud y no pesaba más que un gato.
Según ha contado a Zoo Keys, Sereno comenzó a trabajar con este animal en 1983, pese a haber sido descubierto en Sudáfrica en 1960. El paleontólogo apartó el estudio de Pegomastax "por otros proyectos que creía más importantes".
Ahora sabemos que este pequeño dinosaurio perteneció a la familia de los heterodontosáuridos y vivió en el período Triásico superior, hace 200 millones de años. Sereno ha descrito al animal como una "mezcla entre un pájaro, un vampiro y un erizo", debido a que este animal poseía un pico romo, dientes puntiagudos centrales y su cuerpo estaba recubierto de cerdas duras, parecidas a las de un puerco espín.
Pese a su feroz aspecto, Pegomastax era un animal herbívoro que utilizaba sus dientes afilados para defenderse o para el combate competitivo con sus compañeros.
Los proyectos "más importantes"
Pegomastax no es, ni de lejos, el descubrimiento más espectacular de Paul Sereno. Hace doce años, el paleontólogo encontró en el Sáhara los restos mejor conservados de Sarcosuchus imperator, un cocodrilo que medía cerca de 12 metros de longitud y pesaba ocho toneladas. Este animal se alimentaba de peces y de pequeños y medianos dinosaurios que atrapaba en los cursos del agua con sus mandíbulas de dos metros de largo (Imagen: El paleontólogo posa ante el cráneo de un ejemplar).
Además, Sereno ha descubierto ejemplares de Eoraptor –uno de los dinosaurios más primitivos, que vivió en Argentina hace entre 230 y 225 millones de años–, Afrovenator –un depredador que superaba los 9 metros de longitud– o Suchomimus –un espinosáurido que pudo alcanzar los 12 metros de largo–, así como el primer cráneo completo de Carcharodontosaurus, uno de los mayores dinosaurios carnívoros que superaba en tamaño, incluso, al propio Tyrannosaurus rex.