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Katy Mikhailova

Ofendiditos, ofendiditas y ofendidites

Los ofendidites, licenciados en Todología, tienen la piel muy fina, odian que Victoria Federica vista Louis Vuitton.

Madame de Rosa. | Instagram

Los ofendidites son esos seres que viven en silencio, que escriben bajo el anonimato en redes, que critican todo lo que pueden. Son seres cultos y llenos de sabiduría social, la mayoría doctores en Todología (saben de todo y de nada), expertos en social media, y tienen la piel muy fina; amantes de hacer colas para cualquier acto social o venta con rebaja, adoran opinar de todo y de todos, y son seres que arropan el lenguaje inclusivo, pasando de ser ofendiditos y ofendiditas, a ofendidites directamente. Porque, sobre todas las cosas, ellos opinan porque les hiere la injusticia. Anclados en el complejo, llenos de envidia y ansiosos de poder, comulgan la religión del Ecologista Sandía, en término de Ussía, porque son muy verdes por fuera y muy rojos por dentro.

Que Victoria Federica lleve unos vaqueros de 1.900 euros de Louis Vuitton o Alejandra Rubio pose por un photocall con un microbolso de 2.600 euros de Dior, como ha ocurrido esta semana, no les gusta nada. Que las hijas de las celebs más buscadas o de la jetset se fundan y se confundan con el lujo molesta mucho. No. Ellas no pueden. No deben. No tienen derecho a llevar objetos de lujo. ¿Cómo osan ir así por la vida, con la que está cayendo? Deberían cerrarles sus perfiles de Instagram durante una semana por lo menos. ¡Qué desfachatez! Unos tanto y otros tan poco…

También ha sentado bastante mal que la influencer Madame de Rosa, Ángela, cumpliera años y lo celebrara con una fiesta por todo lo alto: tirando la casa por la ventana, o el hotel, siendo el encuentro más pomposo que la boda de muchos comunes mortales. Mesas con centros florales decorados por gente del mundillo, música en directo, invitaciones impresas de papel, menú sofisticado, cámaras por doquier para filmar e inmortalizar cada instante e incluso test antígenos propiciados por Enea Clínica de su amiga la también influencer Teresa Andrés Gonzalvo … Lo ha celebrado en el Hotel Palace de Madrid, con una posible colaboración de Nocilla, y una activa participación de McDonalds (un ‘must have’ de las influencers, en bodas y fiestas, ya que en la boda de María Pombo no pudieron faltar las hamburguesas). Anabel Pantoja, Anita Matamoros, Elena Tabladas, María Pombo y una nutrida lista de celebridades que no quisieron perderse la cita. Los envidiosos dijeron después que no entendían que se celebraran fiestas de cumpleaños como si de bodorrios se tratara. Y yo lo que veo es una muy necesitada reactivación de la economía en momentos en los que los hoteles son los mayores damnificados cada vez que hay una ola nueva de pandemia en Madrid… Pero de esto último, los "ofendidites" hablan muy poco.

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