La vuelta a la rutina después de un periodo de descanso prolongado, como son las vacaciones de verano, puede producir un estrés y unos niveles de ansiedad muy elevados que pueden hacer muy improductivos los primeros días o semanas de trabajo. Algunos expertos hablan de estrés postvacacional y de trastornos traumáticos. Sin embargo, si nos dedicamos unos minutos al día antes de la vuelta al trabajo podremos desactivar estos mecanismos que bloquean nuestra sensación de bienestar y calma.
Lo lógico es que si hemos disfrutado de un periodo de descanso nuestro organismo esté preparado para volver a la rutina, aunque no siempre se cumple. Por eso, para aquellos a los que les cuesta más volver a la oficina, es recomendable realizar entrenamientos en mindfulness antes de empezar a trabajar ¿por qué? Porque esta técnica de relajación trae múltiples beneficios mentales y corporales. ¿Cómo se practica el mindfulness? Es una actividad muy sencilla, consiste en centrarse en el momento presente, observando, sintiendo y percibiendo todos los estímulos exteriores para lograr una sincronización de mente, cuerpo y espíritu.
Qué podemos hacer para mejorar la vuelta a la oficina
Prescinde de lo que ya no sirve. Este es un buen momento hacer limpieza de papeles, documentos y de todo aquello que no necesitamos. Aprovecha esta vuelta para dejar tu espacio de trabajo amplio y despejado. Quizá puedas incorporar algún elemento que te aporte frescura y expansión como una planta, una foto o un recuerdo de tus vacaciones.
Prioriza. Cuando lo hacemos encontramos claridad y tranquilidad. En los momentos de más estrés o intensidad en el trabajo recuerda respirar profundamente e ir poco a poco.
Respira. Al hacerlo conscientemente llenamos el cuerpo de oxígeno puro y útil para poder funcionar de manera correcta. Nuestro cuerpo se coloca en equilibrio y comienza a optar por acciones que elevan nuestro bienestar. Esto nos permite ser más pacientes, reaccionar mejor ante los problemas y adoptar una actitud proactiva para solucionarlos.
Piensa en tu objetivo. Las primeras horas de trabajo en la oficina se harán largas y pesadas. Es un buen momento para volver a tus valores, tus principios y saber que haces lo que haces con un fin y estás agregando valor a la vida de otras personas.
Cómo empezar a meditar
- Siéntate en un lugar cómodo y tranquilo
- Cierra los ojos y respira profundo 2 o 3 veces
- A continuación, pregúntate lo siguiente: ¿cuáles son mis necesidades en el momento presente?, ¿cómo puedo abrazar las oportunidades que trae consigo ese nuevo comienzo?, ¿cómo puedo ser "más yo" en esta etapa de cambio?
- Date un tiempo para pensar acerca de estas cuestiones y deja que tu mente fluya
- Por último, respira profundo nuevamente antes de abrir los ojos
Haz pequeñas pausas entre tareas
Tu y yo sabemos que para que nos cunda el tiempo y terminemos las listas de tareas, nuestro cerebro necesita descansar de vez en cuando, por eso te proponemos que más o menos cada 30 minutos hagas un breve descanso y hagas algunas de estas cosas:
- hacer paradas técnicas
- alimentarse
- cambiar de escenario
El teletrabajo quizá ayuda a que estas pausas sean más cómodas, ya que puedes ir a la cocina a comer algo, pasear por el pasillo o, incluso, tender la lavadora que has dejado puesta antes de trabajar. Sin embargo las pausas del trabajo no tienen que ser necesariamente para tareas del hogar, puedes dedicar esos minutos a algo que te guste, leer, pintar o hacer lettering.