El verano termina y cuando se recupera la normalidad es el momento de retomar las buenas costumbres y, por ello, la dieta post vacacional es un plan dietético diseñado para regular y purificar el organismo de los excesos y desórdenes alimenticios de las vacaciones.
La principal función de esta dieta es conseguir un equilibrio del organismo tras las vacaciones en las que abandonamos los hábitos de vida saludables, lo que nos puede producir un aumento de peso. Por ello a la vuelta de las vacaciones lo ideal es aumentar el consumo de frutas y verduras y hacer una restricción de hidratos de carbono para conseguir que el cuerpo obtenga la energía de los depósitos de grasa.
Sin embargo, es cierto que no todas las personas lo necesitan porque hay gente que incluso sigue cuidándose en la época estival. Lo que sí es cierto es que nunca está de más una ayuda extra.
La dieta post vacacional es muy sencilla de llevar a cabo ya que se basa en consumir productos naturales, eliminando los productos procesados, bajando el contenido graso y reduciendo la ingesta de hidratos de carbono de forma ligera. Antes de llevarla a cabo podemos realizar un plan desintoxicante como la dieta detox, para motivar a nuestro organismo a perder peso.
Recomendaciones para llevar a cabo la dieta
- Aumenta el consumo de hortalizas y verduras tanto en la comida como en la cena.
- Lo primero que hay que hacer es planificar el menú semanal y que en el mismo las proteínas de la carne o el pescado sean solo la guarnición.
- Hacer cinco comidas al día para evitar picotear en exceso a lo largo de la jornada.
- Pásate a un tipo de cocina saludable: al vapor, al horno, a la plancha y con el wok.
- No dejes de salir siempre y cuando elijas la opción más saludable del local. Y, sobre todo, vigila el consumo de alcohol. No tomes más de una copa de vino o un par de cañas de cerveza, como mucho.
- Llévate al trabajo un tupper sano, esto ayudará a la organización de las comidas y además hará que la economía tampoco se vea resentida.
- Bebe suficiente, especialmente agua, pero también puedes incluir zumos naturales, café, té o incluso caldos o gazpacho. Cuando el cuerpo está en los niveles óptimos de hidratación es más fácil adelgazar. Las toxinas se eliminan con más facilidad y nos aporta las dosis necesarias de minerales.
- Proponte un plan de ejercicio físico que sigas de forma habitual, no es necesario ir dos horas todos los días al gimnasio, con andar media hora al día y retomar poco a poco el gimnasio sería suficiente.