El príncipe Harry y Meghan Markle se han instalado en una lujosa mansión en Beverly Hills como cualquier celebridad que se precie en Hollywood. Los duques de Sussex y su hijo Archie (que esta semana cumplió un año) se mudaron a finales de marzo en una espectacular vivienda en la exclusiva comunidad privada de Beverly Ridge Estates de Beverly Hills, al oeste de Los Ángeles, según avanzó Daily Mail.
De estilo toscano, cuenta con un terreno de casi nueve hectáreas, se asienta en lo alto de una colina de Beverly Ridge Estates, tiene vistas a la ciudad de Los Ángeles y seguridad privada, y cuenta con ocho dormitorios, 12 baños y una piscina. Está valorada en 18 millones de dólares, un precio desorbitado que, sin embargo, se aleja mucho de algunas mansiones en barrios cercanos como la de Kylie Jenner en Holmby Hills, en la que desembolsó 36,5 millones de dólares.
Se desconoce si la mansión está siendo alquilada por los Sussex o están viviendo como invitados. Su propietario es el actor, cómico, cineasta y productor estadounidense Tyler Perry y cuenta TMZ que Oprah Winfrey, estrella mediática y una de las mujeres más influyentes del país, es quien habría hecho de conexión entre Harry, Meghan y Perry.
El nieto de la reina Isabel II y su mujer continúan buscando una casa donde asentarse de forma definitiva, ya que su estancia en Beverly Hills es temporal, mientras dure el confinamiento y cumplen sus compromisos profesionales en Estados Unidos. Según el citado medio, buscan un hogar un poco más barato, entre los 12 y 15 millones de dólares, pero no extrañaría verles en una mansión parecida al más puro estilo Hollywood.