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Katy Mikhailova

Separados al nacer

Atención a las zapatillas de Puma y su parecido a Hitler, asunto viral en el mundo de la moda esta semana.

Las zapatillas que se parecen a Hitler | Puma

Nunca antes unas zapatillas habían cobrado tanto parecido con un dictador, con polémica incluida. Y es que, al principio, cuando leía un titular que afirmaba con mucha frivolidad que la marca deportiva Puma y la imagen de Hitler se habían aliado en unas deportivas, no daba crédito. Claro que cuando me dispuse a leer el artículo, entendí que esto no era más que un "parecido razonable" (o un "separados al nacer" aunque en tiempos y espacios diferentes) que un tuitero ruso encontraba, marcando un antes y un después en la historia del modelo de las zapas. Mundo Twitter y los medios no hacen otra cosa que hablar del fenómeno tan casual que probablemente, aún con polémica incluida, conviertan al artículo de moda en "top ventas". Y sí, todo hay que decirlo: el tuitero tiene mucha razón (pero imaginación también). Y tiempo libre…

Lo que no tiene nada de gracia es la siguiente polémica del sector de la semana: la hiperdelgadez (por no decir desnutrición) en el desfile de Milán de la firma Gucci. Creía que de algún modo este problema que presentaba la industria empezaba poco a poco a desaparecer y a controlarse. Ya ven que no. Una modelo en concreto, cuyas medidas son 81-63-79, ha dejado a todos los asistentes del desfile así como aquellos que lo vemos por las redes muy preocupados. Presuntamente dicen que tiene una talla 34. Y es que la modelo de tallas grandes Elisa D'Ospina aseguraba que "es inadmisible proponer modelos con medidas impugnadas" e insta a que todas las firmas de moda firmen un documento por el que se comprometan a no volver a contar en desfiles y campañas con personas que padecen una "extrema delgadez" (por usar un eufemismo). La petición que ha iniciado en Change.org cuenta ya con más de 17.000 firmas.

Todo esto está muy bien, pero a veces me pregunto qué harán con todas esas firmas y cuánta relevancia cobran en un asunto tan serio.

Fue ya en 2017 cuando muchas firmas de lujo, entre las cuales estaba Gucci por cierto, junto a Dior, Vuitton, Bottega Veneta, Fendi o Givenchy… apoyaban la idea de tener un código común de autorregulación de los modelos de pasarela para garantizar su bienestar y su físico saludable. Se pretendía prohibir el uso de modelos que presentaran un IMC, que según la la Organización Mundial de la Salud, podría rozar la desnutrición. Pero está claro que haya acuerdos o no, al final de alguna manera siempre terminan desfilando modelos hiperdelgadas. Y aunque se firmen propuestas para prohibir este asunto tan grave (piensen que estas modelos son los cánones de belleza que miles de jòvenes siguen), la industria se lleva las manos a la cabeza, pide perdón, promete cambiar: y vuelta a empezar. Desnutrición andante, y la marca lo tolera. El problema radica en el hecho de que la hiperdelgadez sigue siendo la tendencia en la moda y la belleza, por muchos "culoKardashians" que inyecten multitud de cirujanos a famosas. Por desgracia es así: el lujo las prefiere hiperdelgadas. Y la celulitis no mola.

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