El lunes 6 de enero ha estado marcado por la celebración de la Pascua Militar, con el que tanto la reina Letizia como el rey Felipe han dado comienzo a su agenda oficial de 2020.
Letizia apostó por un vestido azul intenso de corte absolutamente clásico y con escote en pico, perfectamente adecuado para un evento oficial de resonancia política, tras unos días marcados por la polémica investidura de Pedro Sánchez.
Los tacones en azul marino, perfectamente conjuntados con lo anterior, y la sobriedad y sencillez del maquillaje y la joyería elegida van en consonancia con el look general.
Lo que sí se ha destacado más ha sido el peinado de la reina, un recogido clásico en el que, sin embargo, Letizia ha optado por aportar un toque natural, aparentemente despeinado pero perfectamente estudiado pero –eso sí– sin molestarse en ocultar cierto desorden en el cabello.
Un efecto desenfadado que viene de la presencia de mechones sueltos y leves trenzados y que viene a aportar un toque especial al look general. En suma, Letizia optó por un pelo aparentemente despeinado, pero en realidad cuidado hasta el último detalle.
El Rey, por su parte, valoró en su discurso la contribución de las FFAA y la Guardia Civil "al interés general de la Nación" en su discurso en la ceremonia de la Pascua Militar en el Palacio Real, a la que han asistido el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en vísperas de que mañana, si no hay sorpresa, sea investido en el Congreso.
Como es habitual en esta ceremonia, el discurso del monarca ha estado centrado en hablar del papel de los militares y su compromiso con los valores constitucionales, así como del ámbito de la seguridad.
A la llegada de los reyes a la Plaza de la Armería, tanto el Rey como la Reina fueron recibidos por Sánchez, con quien don Felipe ha tenido ocasión de intercambiar unas palabras mientras se dirigían al palacio.