Cuéntame culminó su décimo novena temporada con un final ya anunciado en el pasado mes de mayo: el actor Ricardo Gómez abandonó la serie de televisión de mayor audiencia y por tanto su personaje de Carlitos Alcántara deja de aparecer. Pero los guionistas, siempre previsores y de común acuerdo con las partes interesadas en el asunto (productores y el propio protagonista) dejan en el aire el futuro del hijo de ficción de Imanol Arias y Ana Duato.
No creemos equivocarnos al contarles que Carlitos (ya Carlos, en función de la edad que representa), casado civilmente con Karina, la estupenda actriz Elena Rivera, en su desenfreno cocainómano al que lo induce su jefe de la agencia publicitaria en la que se ha convertido en un emprendedor de éxito, tras sufrir un serio accidente de automóvil, decide marcharse de casa. ¿Adónde? Eso es lo de menos. Deja, por tanto, a su mujer. Y esos dos personajes desaparecieron de la serie. De momento.
¿Hasta cuándo? Eso dependerá de los propios actores, en especial Ricardo Gómez, si es que decide retornar algún día a Cuéntame, la serie que lo catapultó a la popularidad desde su lejano ya debut en 2001. Y, como si él mismo quisiera también airearse y dejar su pasado, a finales de julio, cuando grabó su postrer capítulo de Cuéntame, Ricardo se marchó de vacaciones. A Indonesia, nada menos. Poniendo por medio esa lejanía. Tomándose un merecido descanso y respiro. Pensando en su nueva vida. Le esperaba al regreso tomar parte en otra serie de gran audiencia en la actualidad, Vivir sin permiso, protagonizada por José Coronado. Donde Ricardo es el novio de un hijo del mentado, en la ficción. Que viven un romance gay, con besos y revolcones, sin que en las imágenes se expliciten mucho. Quien hace de su pareja es Alex Monner, con acierto pero un amanerado en exceso.
Ricardo Gómez, en la vida real, también ha tenido varias experiencias sentimentales. Las más conocidas con dos actrices: Ana Rujas, con quien estuvo seis meses, para marcharse a convivir luego con Ana Cusí. Parecía que con esta última todo les iba viento en popa. Pero no. Rompieron antes del verano y fue cuando él se marchó sin ella de vacaciones. Nueva vida en todos los sentidos: fuera de Cuéntame, soltero, como él mismo ha confesado y dispuesto a emprender nuevas experiencias interpretativas. Concluido su trabajo en la antes citada serie Vivir sin permiso, Ricardo Gómez lleva unas semanas de gira teatral. Ya ha actuado en importantes capitales. Y le espera un importante estreno en el madrileño teatro español el 29 de noviembre.
Justo el mismo día que, si no hay variaciones de última hora en la programación de Televisión Española se termina la temporada de Cuéntame, ya comentada, con el adiós de Carlos. Seguro que esa noche estará muy emocionado cuando pise el escenario del coliseo de la plaza de Santa Ana. Y, referente a la obra dramática teatral en la que estos días interviene, les contaré que se trata de un retrato escénico de la vida y muerte de Mark Rothko, una figura del denominado "expresionismo abstracto". Personaje atormentado, que tuvo varios ayudantes, uno de ellos llamado Ken. Rothko hubo de enfrentarse a su mayor reto pictórico: la decoración de un restaurante neoyorquino muy elegante, a base de murales. Pero el artista entra en un periodo decadente, sin aceptar las nuevas tendencias del pop art. Genio y discípulo son la base del argumento de la obra. Los que interpretan ahora en ese éxito del dramaturgo John Logan, a las órdenes del acreditado Gerardo Vera son los muy reconocidos Juan Echanove y Ricardo Gómez. O sea, si recuerdan el reparto de Cuéntame, son tío y sobrino de la serie. Personalmente se llevan muy bien y es fácil imaginar que el magisterio de Echanove fue el que sugirió la presencia del "sobrino" televisivo en esta función.
Aun tiene Juan "gatos en la barriga" recordando lo mal que se portaron con él, liquidando su personaje en Cuéntame. Tarifó con la productora y posiblemente asimismo con su gran amigo del pasado Imanol Arias. Firmaron, parece que telefónicamente, la pipa de la paz. Pero a Echanove le quedó el resquemor, el "mal rollo" de la manera en qué fue despedido, "matándolo" de la noche a la mañana en un capítulo. Lo que justifica que luego haya manifestado que de "Cuéntame" no recuerda nada. Como si no hubiera tenido peso alguno en el reparto.
Dice Ricardo Gómez, a sus veinticuatro años cumplidos en el pasado febrero, con una biografía notable como actor, que le debe mucho a Juan Echanove, por cuantos consejos recibe de él. Y, además, de la lección que aprendió al invitarlo a comer una tortilla de patata con cebolla cocinada por él, magnífico "máster chef" sin necesidad de pasar por ese programa.