Me importa más bien poco esa línea tan progre que prolifera en los EE. UU. contra todo lo que huela a Trump, y que, por supuesto, salpique para colmo a muchos españoles que, cual engañabobos, terminan aplaudiendo lo que la tendencia de los Estados Unidos dicte.
Que no les guste el nuevo presidente norteamericano es entendible -aunque a mí me parece que parte de su discurso es muy acertado-; de ahí a atacar a su mujer... too much, ¿no?
Es como si ahora criticáramos a la esposa de Pedro Sánchez sin ningún motivo. Otro tema es que haya leído por ahí que quiere renovar los muebles de La Moncloa y para ello utilice el dinero público y que pueda costarnos unos 500 mil euros. Pero, ¿de verdad que es tan importante qué diantres se pone de ropa la primera Dama de los Estados Unidos, y más aún qué mensaje llevan dichos ropajes?
Portales de moda españoles apuntan a que la nueva tendencia del verano es una chaqueta -del montón- con un mensaje que "contesta a Melania" a una polémica parka de color verde, de Zara, y con la que apareció la primera Dama en una visita al albergue de niños inmigrantes mexicanos en un pueblo de Texas. ¿El problema? Que el mensaje de la prenda diseñada por los creativos del Grupo Inditex llevaba escrito, en inglés, "la verdad es que no me importa, ¿y a ti?".
¿Qué hacemos? Con rotuladores o lo que uno pille uno en su casa debe escribir mensaje contrario, para dejar claro que sí importa. Bien. ¿Por qué no ayudamos a esos niños y nos dejamos de tonterías? Para ayudar, ¿es tan preciso llevar ropa con mensajes?
Famosos e incluso marcas de ropa están apoyando este movimiento -que no deja de ser una pataleta más de los mismos de siempre-. La única parte positiva es que si a través de este ataque gratuito a la pobre Melania -que todo le pasa por ser guapa, rica y poderosa- se ayuda de alguna forma a esos niños desfavorecidos que viven en Texas entonces sí ha valido algo la pena. Porque es el caso de la empresa Wild Gang, que ha sacado casi una réplica de la chaqueta -¡Zara podría protestar, por cierto, por sufrir un plagio!-, cuyos beneficios van destinados al Centro de Refugiados e Inmigrantes para la Educación y Servicios Jurídicos (RAICES). La chaqueta se agotó en unas horas. Pero el gilipollismo de parte de la sociedad norteamericana con el hastío y la obsesión con la familia de Trump me temo que va a durar muchos años.