Quién me iba a decir a mí que el concepto que tenemos de la figura de la "loca de los gatos" -esa señora mayor que vive sola y abandonada, rodeada de cientos felinos- estaría repleto de una connotación subyacente basada en el machismo, entre otras cosas. ¡Vaya tontería! Es lo último que tengo que leer.
Y es que ahora la revista Puss Puss Magazine ha emprendido una campaña para romper con los tópicos y los típicos de lo que vendría a ser la cat lady de turno, entendida por el imaginario social colectivo occidental como la desplazada que carece de atención masculina.
Si bien es cierto que razón no les falta en comprender aquellos mensajes que giran en torno a la señora que vive rodeada de gatos, no veo ningún machismo en esta cuestión y considero que malgastar el tiempo de uno en reivindicar esto, habiendo todos los problemas que hay, es una pérdida de tiempo y son meras ganas de llamar la atención y rellenar páginas ante el vacío de la creatividad.
Así que la directora de la revista en cuestión ha decidido recopilar un sinfín de fotografías de celebridades que posan con sus gatitos para "reivindicar la creatividad de aquellas personas que tienen gato", tal como recoge New York Magazine en una entrevista a María Joudina-Robinson. ¡Vaya memez!
Tengo un gato, con apariencia de leopardo -lo que viene a ser la raza bengalí, que es un cruce de gato con leopardo asiático-, se llama Mourinho y es raro que pasen 3 días sin que suba una foto a mi Instagram con mi mascota. ¿Soy por eso más creativa?
Creo que nos estamos volviendo locos y hemos llegado a un punto en el que protestamos por protestar, reivindicamos cualquier chorrada -la última fue la de la definición de <madre> en la RAE- y perdemos el tiempo en banalidades absurdas que aportan más bien nada a la sociedad.
Una revista de moda o de arte puede reivindicar los gatos con naturalidad, pero sin encubrirlo con alguna campaña moralista sólo con el fin de parecer más éticos y más feminazis.
Claro, si partimos de la ‘loca de los gatos’ de Los Simpsons terminamos por analizar la relación entre los felinos y la moda, incluso en los términos que se emplean en la industria de la moda y la influencia de este animal en la creatividad. No olvidemos, sobre esto último, que marcas como Dolce & Gabbana o incluso Loewe han apostado por los gatos para formar parte del estampado de diferentes piezas, o el clásico animal-print e incluso bolsitos y carteritas con la forma de gato.
Como estas dos, decenas de marcas de lujo y low cost están apostando por esta figura. Amén de que Stefano Gabbana cuenta con una ya numerosa familia de gatos y perros, los primeros de la misma raza que mi querido Mou The Bengal.
De hecho, y aprovechando que el 30 de este mes cumple un año, recuerdo cuando fui a recoger al pequeño Mou a Pozoblanco a un criadero donde los venden, y whatsappeándome con Carmen Lomana esta no se resistió a mostrar un especial interés por esta raza, ya que su amigo Stefano tiene a la familia al completo.
Aprovecho para contaros que me he negado a seguir la moda de ponerle abalorios, vestiditos, gafitas, lacitos y demás artilugios, por rescatar aquella columna de la que escribí sobre temas similares. Lean ¿Y si se mea?
Es evidente que se aprovecha cualquier ocasión para hacer campaña feminista, y la figura de la ‘loca de los gatos’ es similar al tópico del ‘cervecero futbolero con barriga’ o el ‘fumeta con rastas y pantalones caídos’, y aquí nadie protesta alegando que hay una desigualdad e injusticia moral.