Dicen que el verde es el color del año 2017. Así lo ha decidido Pantone. Es un color que tiene por objetivo "conseguir la tranquilidad que anhelamos en un entorno tumultuoso en lo social y lo político", según la CEO de la compañía, Leatrice Eiseman. Dicho de otra manera: el verde conseguirá la paz en el mundo, esa que piden todas las "misses".
En un contexto en el que Trump acaba con los inmigrantes de los EE.UU. y Putin invade Ucrania, si llevamos ropa de color verde podríamos evitar una Tercera Guerra Mundial. Ironías aparte y frivolidades las justas. Ni Trump es tan malo como dicen ni Putin tan peligroso como parece.
Greenery, se llama. Año verde. Guiños a la naturaleza. Para calmar una situación "tumultuosa" creo que va mejor el azul o el blanco. Me sorprende que no hablen del Ecologismo, ahí sí que sería original el asunto.
Para los curiosos, este 2016 ha sido liderado por el ‘rosa cuarzo’ y ‘azul serenity’. Y, al igual que ustedes, me pregunto: ¿qué diantres es el ‘azul serenity’’?
Y es que según la compañía "el rosa cuarzo es persuasivo pero gentil, sugiere compasión y un sentido de sofisticación" y "el serenity es ligero, con una sensación de aire, tal como el cielo azul que se encuentra sobre nosotros, inspirando relajación incluso en los peores tiempos".
Después de leer este último párrafo, ¿no me digan que no son cursiladas como la copa de un pino? Ah, eso sí, el pino color verde militar con toques a verde caqui. Por si las dudas.
Pero esto no es todo. El color del año no queda ahí; no es un mero informe a modo de nota de prensa que se distribuye en todos los medios de comunicación posibles. Es mucho más. Es especie de directriz a seguir por los diseñadores. Así que, ante la escasa imaginación, el creativo tira de "la moda" en los colores.
Firmas como Balenciaga, Pucci, Kenzo, Michael Kors, entre otros tantos, apuestan por el greenery para la primavera-verano 2017. Bueno, de Michael Kors poco me sorprende, el rey de los plagiadores que ha conseguido posicionarse como marca de lujo, cuando todo lo que vende está confeccionado con plástico fino versionando a Vuitton, Gucci o la firma que se le antoja.
Así nos va: que creemos que con cambiar la definición de <madre> en la RAE o con poner de moda el verde vamos a solucionar algo en este mundo. Como dice un buen amigo mío, "yo no diferencio si es ‘blanco-marfil’, ‘blanco-roto’, ‘blanco-eléctrico’... para mí sólo existe el blanco y el sucio".