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La receta para ser un emprendedor de éxito: de Amancio Ortega a Hawkers

El panorama económico no hace más que cambiar, pero todavía quedan ejemplos de emprededores de éxito que sirven de modelo a seguir.

Emprendedores con éxito | Archivo

La lista Forbes con los 100 españoles más ricos ha visto la luz el pasado 2 de noviembre y, pese a que no existen cambios notables respecto a las de años anteriores, hay varias conclusiones que pueden ser extraídas, sobre todo desde el prisma de ese grupo social de los que se denominan como emprendedores. Éstos, muchas veces miran al grupo de los empresarios ya consolidados como una especie de referencia, de modelo a seguir, aunque lo cierto es que el panorama de los mercados nacional e internacional ha cambiado mucho. Tanto que ya poco tiene que ver con el que propulsó, en su día, el despegue de muchos de los presentes en la lista con el que se va a enfrentar el creador de una start-up a día de hoy.

Y es que, por ejemplo, solo con echar un vistazo rápido al artículo de la publicación económica podremos ver que dos de los grandes emprendedores de la historia reciente española, Amancio Ortega e Isak Andic, fundadores respectivamente de Inditex y Mango, han creado ambos un imperio téxtil básicamente de la nada. La época que vio el florecer de ambas compañías permitía que un proyecto de tienda de ropa que comenzase desde el más remoto de los fondos (Ortega dio sus primeros pasos vendiendo batas, Andic hizo lo propio importando cuatro camisas de su Turquía natal para venderlas en Barcelona) se pudiese convertir en todo un gigante en un abrir y cerrar de ojos. Fue ésa, quizás, la época dorada del sector de la moda low-cost en España, la que vio crecer a sus dos mayores representantes en la actualidad a nivel internacional. ¿Y cuáles fueron las claves del despegue? Cierta innovación y, sobre todo, oportunidad y creación de una marca.

Sin embargo, aunque a día de hoy aún se pueden extraer conclusiones extremadamente positivas de la labor de magnates como los antes mencionados, lo cierto es que los nuevos mercados exigen nuevos modus operandi que antes casi ni existían. Una muestra de ello puede ser, por ejemplo, Hawkers. La firma ilicitana de gafas de sol, que en su última ronda de financiación ya levantó 50 millones de euros, es una clara muestra de utilización de viejos modelos de negocio (copiando en cierta manera el paradigma Inditex de ofrecer el mismo producto más barato) que se unen con las necesidades de los nuevos mercados. A saber: una gran utilización de todos los elementos basados en Internet y una expansión internacional fugaz, gracias, en gran parte, al punto anterior.

Emprendedores con éxito | Archivo

¿Qué viene a demostrar esto? Que el panorama de la época de Ortega, Andic y compañía ya no sirve de paradigma, que también la mentalidad de los que incitan al emprendimiento (no solo la de los emprendedores) debe cambiar y, como tal, también lo deben hacer los ejemplos que normalmente salen a colación y la forma de invitar a lanzarse a la aventura empresarial.

Nuevos emprendedores, nuevas necesidades

Por lo tanto, en un país en el que por activa y por pasiva se invita a sus ciudadanos a sacar a relucir su espíritu más emprendedor, es necesario que las formas de activar dicho espíritu cambien, al igual que han cambiado las formas de emprender con éxito. Lo explica un experto en la materia como Christian Prada, director del Spain Tech Center, afirmando que "no existe ningún gen emprendedor, sino que las habilidades que llevan al éxito se aprenden". Y se aprenden tanto en escuelas y universidades, como en cursos por Internet que, cada vez, son más accesibles al público general.

Así las cosas, en un mundo en el que el aspecto tecnológico es crucial, y las formas de sobreponerse a la falta de recursos de base, incluso en campos como el publicitario, son de lo más variado, la ayuda por parte de administraciones y entes públicos en general debería orientarse a nuevos nichos, espacios en los que un extra de ayuda no vendría nada mal. Aspectos como la reducción de las trabas burocráticas a la hora de emprender (esa cuota al autónomo), o una mayor implicación en la resolución de los trámites necesarios para declarar ingresos (ver en esta guía completa sobre el modelo 347) serían seguro que muy bien acogidas por el sector de los emprendedores. Un grupo, el de los nuevos empresarios, que repetimos: ya no mira a Inditex o a Mango, sino que prefiere (y debe) mirarse en espejos como el de Hawkers.

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