La talla o el tamaño de los sujetos que exhiben sus fotografías en internet son objeto de debate -en ocasiones intensísimo- en redes sociales. Tanto es así que los términos "gordibuenos" o "gordibuenas" comienzan a ser tendencia. Las revistas de moda ofrecen reportajes sobre mujeres obesas que se sienten orgullosas de su cuerpo hacen campaña para que se reconozca que su belleza no sólo es interior. También están los "fofisanos" que tratan de reivindicar un canon de belleza masculino más cerca del michelín que de la tableta de chocolate.
Pero el debate sobre la gordura no se queda ahí. Marcas de ropa o de cosméticos hacen agresivas campañas publicitarias para reivindicar la naturalidad a la hora de lucir unos cuantos kilos de más.
Recientemente, la red social Facebook hacía de la obesidad objeto de su censura con la modelo de tallas grandes Tess Holliday, esta vez no por ofensivo, sino por tener una imagen poco agradable (aparecía en ropa interior en un spot de la campaña feminista Cherchez la Femme). Según la red social, esa fotografía "violaba la política de salud y estado físico". Y seguía la explicación: "Anuncios como estos no están permitidos ya que hacen que los espectadores se sientan mal consigo mismos". En su lugar, seguía el comunicado de Facebook donde explicó la decisión, "se recomienda utilizar una imagen de una actividad saludable, como correr o andar en bicicleta".
En aquel comunicado, en respuesta a las quejas de Cherchez la Femme, Facebook dejaba claro que tenía una política de publicidad muy estricta según la cual "los anuncios no pueden representar como la perfección un estado de salud o peso corporal extremadamente indeseable".
Así pues, Facebook persigue en su red social aquellas imágenes que publiciten o hagan apología de estilos de vida poco sanos o "indeseables" tal y como la propia red social reconoce, aunque también advierte de que este tipo de filtros se aplican a "imágenes publicitarias" y no a la totalidad de las imágenes que de forma privada comparten los usuarios. Sobre la forma de trabajar de la red social, Facebook aclaraba que su equipo "procesa millones de imágenes publicitarias cada semana".
Ante las quejas de Cherchez la Femme, Facebook volvió a publicar la imagen de Tess Holliday y pidió disculpas.
Lo que quedó claro es que, pese al celo que compañías como Facebook demuestran sobre los algoritmos que peinan sus red en busca de imágenes inconvenientes, no es algo que se pueda hacer a mano. Así, el algoritmo de Facebook que busca a la gente gorda seguirá siendo un secreto de la compañía que fundó Mark Zuckerberg.
Como resultado de aplicar la censura con la mayor rapidez posible, Facebook explica que censuran "fotografías que muestren los genitales o las nalgas en su totalidad. Restringimos algunas imágenes de pechos de mujer si se ve el pezón, pero siempre permitimos fotos de mujeres que estén dando el pecho o que los muestren con cicatrices por una mastectomía".
Es más, Facebook se ve obligada a renovar sus algoritmos constantemente. Uno de los ejemplos más conocidos es el cambio que se derivó de la campaña "Free the nipple (libera el pezón)" que se oponía a que Facebook censurase fotografías de pechos femeninos en los que se vieran los pezones. Finalmente, Facebook cedió, modificó sus algoritmos de búsqueda para que los pezones no se incluyeran en su detector.
De este modo, tras el caso de Tess Holliday, descubrimos que la política de decencia de Facebook también incluye el aspecto o la talla de los usuarios, siempre que éstos aparezcan promocionando una actividad insana o "indeseable" que conduzca a la obesidad.
Google censuró chistes sobre gordos
Pero no sólo existen algoritmos para eliminar las fotografías de la gente gorda. También sucede lo contrario. Con la intención de evitar herir sensibilidades, quien se salta la corrección política y decide hacer chistes de gordos, como hizo la famosa youtuber Nicole Arbour, también sufren la censura de internet. Google retiró uno de sus vídeos por hacer chistes sobre gordos.
Las quejas de la protagonista devolvieron el video a las redes.