Diversos estudios señalan que las necesidades sexuales de cada género son diferentes, y que este hecho está más relacionado con lo cultural que con lo biológico. Según estas investigaciones (y también según la mayoría de las mujeres) los hombres piden mucho más sexo que las mujeres porque son menos propensos al estrés y se sienten más libres a la hora de pedirlo.
Por otro lado, los hombres aseguran que las mujeres son las que necesitan más sexo: su timidez puede hacer que no tomen la iniciativa y limitar la cantidad de veces que pueden divertirse con el placer sexual. Desde un punto de vista más científico, las mujeres, por su ciclo mensual, al estar en sus días fértiles se sienten más atractivas y con más ganas de tener relaciones, y también incrementan su libido con el síndrome premenstrual.