Amigos lectores: Zalando se ha sumado a la atención del cliente vía WhatsApp. Pronto compraremos papel higiénico por este canal si Podemos no llega al gobierno, claro. Ha llegado el día. La fashion victim ya puede comprar sin cesar incluso desde este sistema de mensajería, proceso emocionante sin duda alguna, que puede acompañar con algún emoticono: desde la flamenca con su vestido rojo bailando hasta la caquita sonriente. Sabíamos que tarde o temprano este día llegaría. Después de Adolfo Domínguez, y por detrás de alcaldes como Borja Gutiérrez Iglesias de Brunete y Antonio González Terol de Boadilla que atienden tus peticiones desde el iPhone, podemos comprar y comprar gracias a Zalon. Y, fuera ironías, me parece genial.
Se intenta pronunciar "whatsapp", "whats" para la gente cool -o a los que se les atraganta el inglés-, pero ya saben que contra la guasa del "guasap" poco podemos hacer. Y si no podemos contra el enemigo, unámonos a él: digamos "guasap" con glamour y elegancia.
El otro día descubrí que se ofrecen "clases" teóricas de diversas materias a través del "Whats". Y es que hace una semana, en una cena, me contaba una amiga que quería ahondar en el famoso Curso de milagros. -Que el título en sí es otro milagro, la verdad-. Conoció a un "gurú" de la materia que por un módico precio de 10 euros al mes te explica tus dudas a través de esta barata y cómoda aplicación. Yo, si les soy sincera, no daba crédito de lo que escuchaba.
Si ya de por sí es surrealista que te den una clase teórica por Messenger, imagínense cuando les cuente el método de pago de tales "clases". Al comienzo de cada mes, el cliente debe mandar un sobre por correo tradicional con un billete de 10 euros a un apartado de correos que el "experto" te facilita. Vamos, que además de charlatán, también chorizo, evadiendo impuestos.
Retomando el asunto del gigante del e-commerce alemán, lo que Zalando realmente ofrece es proporcionar la información necesaria de los productos que necesitan sus clientes, como por ejemplo dónde adquirirlos, y la opción de contactar con los estilistas del grupo a través de la aplicación. Eso sí: para los que trasnochan y hacen compras a las 2 de la madrugada, olvídense; el servicio sólo es válido desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde. ¡Cómo se nota que son alemanes…!
¡Ya estoy imaginando a mis futuros sobrinos haciendo ejercicios de matemáticas a través del WhatsApp con sus docentes! O, mejor aún: recibiendo por email clases de educación física. Y qué decir de los divorcios y separaciones gracias a esta app… Amigos, el guasap podía estar robándonos la vida… y nosotros pagando por ello.