Una piscina que se construirá próximamente en Londres promete convertirse en la más excepcional del mundo. El diseño, que la constructora Ballymore proyecta para dos torres de apartamentos de lujo en la capital británica, consiste en una estructura de cristal que conecta las azoteas de los dos edificios y que permite bañarse a 35 metros de altura entre el suelo y el cielo.
La estructura, de un cristal especialmente grueso por sus tres lados, hará que los bañistas tengan unas vistas únicas de la ciudad. Sus promotores, pese a lo osado de la idea, afirman que cuentan con todos los permisos y garantías de seguridad.
Flanqueando la piscina, en la azotea de cada edificio, habrá un bar y un spa. Y para los que no se atrevan a sumergirse y deseen pasar de un bloque a otro sin mojarse, la constructora también prepara una pasarela.
Según el director de la constructora, la intención al construir la piscina, que al principio iba a ser un acuario, era "acabar con barreras arquitectónicas" y hacer algo que jamás se había construido antes. La experiencia de nadar en el cielo "será única, como flotar en el centro de Londres", afirma. Los únicos privilegiados que podrán probarlo serán los dueños de los apartamentos, que costarán unos 840.000 euros y estarán listos en dos años.