Neopreno y contrastes, los bikinis del verano

Todos los años llegan nuevas modas al mundo de los bikinis. Es cierto que hay clásicos que siempre repiten y tienen su lugar en la escena de los diferentes escaparates, pero también es verdad que las tendencias se imponen para cambiarlo todo y lo que antes te podría parecer una verdadera horterada, de repente, te encanta. Creo que la temporada verano 2015 es de esas que traen moda baño que difícilmente veremos repetida el año que viene. Los colores a contraste y el neopreno parecen imponerse sobre todo lo demás.

Con colores a contraste me refiero a piezas en las que parece que se busca de manera obligatoria el cambio de contraste en la misma prenda. Es decir, sujetadores que son de color amarillo, pero que tienen los bordes en negro y las tiras en rosa. Bragas que se tiñen de azul, con bordes naranjas y contrastes marrones. La idea es que esos colores choquen entre sí, que resulten llamativos y que nadie se quede sin estar localizable en la playa. Es imposible que no te vean con tanta explosión de color. Pero así son las modas, a veces, solo aptas para aquellas que no tienen vergüenza. Pero, aún hay más.

El neopreno triunfa como material. En realidad, el tejido se convierte en uno de los imprescindibles de la temporada, y no lo hace en tonos oscuros o apostando por los clásicos marineros del verano. Nada que ver. Parte de la base anterior para apostarlo todo a una prenda que brilla con luz propia. Lo cierto es que nos encontramos con ella en todos los escaparates, y a base de mirarla tantas veces, acaba por conquistar. Seguramente cuando apareció allá por diciembre, no tenías intención alguna de comprarla. Pero ahora, que ha llegado el verano y la has visto en todos lados, si todavía no la tienes, puede que quieras ese bikini de neopreno que tanto se lleva.

A medio camino entre las películas de aquellos años en los que el destape parecía marcarlo todo y la lencería sexy, yo no acabo de verle la belleza a este bikini de neopreno con colores a contraste que se lleva este año. De hecho, no tengo pensado apostar por la moda, pero sí tengo claro el consejo que os quiero dar a las que penséis en convertirlo en parte de vuestro armario: comprad solo uno. El año que viene ya no se llevará, y probablemente, volveréis a tener la vista clara como para reconocer que fue uno de vuestros mayores errores.