La modelo rusa Irina Shayk volvió a acaparar todas las miradas en el "after party" posterior a la gala de los Oscar, gracias a sus curvas y su increíble belleza.
Mientras que los colores claros y la elegancia y discreción fueron la tónica general en la alfombra roja del Dolby Theatre, la fiesta de la revista Vanity Fair celebrada justo después fue harina de otro costal.
Shayk, que hace poco cortó su relación con Cristiano Ronaldo y ha sido relacionada con el piloto Lewis Hamilton, lució un estido negro con transparencias que dejaba muy poco a la imaginación.
No fue la única asistente a la fiesta que brilló por su exuberancia, en tanto los escotes de otras asistentes como Miranda Kerr o Sofia Vergara lucieron igual de provocativas. Hubo actrices como Jennifer Aniston o Reese Witherspoon que no quisieron perderse la fiesta, pero acudieron con el mismo vestido de la alfombra roja.
En todo caso, la fiesta de Vanity Fair está concebida para que todos, nominados y no nominados, pierdan los nervios y se entreguen a la diversión de la noche de los Oscar.