En la edición de este martes en Es Sexo, Ayanta Barilli y Eva Guillamón entrevistaron a los actores Anabel Alonso y Pepón Nieto, así como al director Pep Anton Gómez, para que hablasen sobre la obra teatral El Eunuco, una comedia disparatada que está arrasando en el Teatro La Latina y que se ha convertido, tal y como se dijo en el programa, en un ejemplo de cómo se puede mucho con pocos medios. La obra, en principio, estará en cartelera hasta el 22 de marzo.
Anabel Alonso quiso agradecer al Festival de Mérida, de la Junta de Extremadura, la ayuda que han recibido porque gracias a él el montaje y el proyecto se pudo llevar acabo hasta el día del estreno. Recordó que son nueve actores, cinco técnicos, música en escena... es decir, "es un proyecto muy ambicioso" en cuanto a escenografía e iluminación.
Tal y como explicaron sobre la redacción de esRadio, ambos decidieron volcarse en este proyecto porque "llega un momento en su carrera que uno mismo se plantea el por qué no arriesgarse" y uno va buscando "ser dueño de lo que hacen y decidir lo que quieren hacer". Pep Anton explicó que la idea de El Eunuco surgió en medio de una gira, ya que se puso a penar "en proyectos que le animasen". Lo único que tenía claro es que "quería montar un fiestón", por eso era necesario que fuera un musical.
Aunque en la obra la música es una parte fundamental, Pepón reconoció entre risas que "no canta bien", pero que "gracias a sus compañeros suena muy bien". Por su parte, Anabel afirmó que ya había cantado en otras obras, pero dentro de un estudio no sobre el escenario.
Para Pepón, su personaje "se cree que todos le quieren, que es como un Dios" pero a medida que va avanzando la historia se va dando cuenta de que "es un pobre desgraciado", algo que sí que entiende el público desde el principio. El actor lo define: "Es como Luis Bárcenas que se va convirtiendo poco a poco en María José Cantudo".
Anabel da vida a una mujer que está pasando por "una crisis existencial" y se da cuenta de que "lo que antes estaba arriba ahora está abajo". Tiene que bajar el listón y ahora está con dos amantes: uno rico que es impotente y otro pobre que está muy bueno. Acaba encontrando el amor, aunque al principio solo le interesa el dinero.