
Por otro lado, y tal y como se explicó en el programa de madrugada de esRadio, en países Bélgica ya se han desarrollado iniciativas en ese sentido. El Senado aprobó un texto que permite condenar a multas de entre 50 y 1.000 euros y penas de hasta un año de prisión a aquellos que profieran comentarios sexistas en la vía pública o hagan proposiciones sexuales.
Tal y como dijeron Ayanta y Eva en esRadio, la palabra piropo procede del griego pyropus, cuyo significado es rojo fuego. Por eso mismo, los romanos tomaron esta palabra para denominar piedras preciosas de color rojo, en concreto una variante del granate, pero también el rubí. Al tratarse de una piedra de gran valor a la que no todo el mundo podía acceder, surgió su "encarnación" verbal, o el piropo tal y como nosotros lo conocemos. Claro que otra versión de los hechos indica que la palabra procede del griego, pero de pyros fuego y oops vista, apariencia, cuyo significado combinado nos remite a nuestro ojo deslumbrado por la belleza de lo contemplado.
Tipos de piropos
Naturalmente, hay todo tipo de piropos, y van desde los culteranos a los obscenos. Por ejemplo, en El Cantar de los Cantares, las imágenes de sensualidad se generan a través de piropos al interés romántico de turno: "Mejores son tus amores que el vino", "tu nombre es como ungüento derramado". Los cortesanos de los siglos XII y XIII se convirtieron en unos expertos en el arte de piropear a la mujer.
Hay otros piropos de índole oral y popular, y otros que son simplemente gestos. Entre estos últimos, los practicados por los hidalgos españoles, que arrojaban sus capas al paso de la dama. O los del siglo XIX español, en los que los hombres se tapaban los ojos al pasar ante una mujer, como indicando que podían ser deslumbrados por tanta belleza. Un suspiro profundo o un beso al aire se siguen interpretando también como piropos románticos, más o menos descarados.
Actualmente, los piropos siguen en boga, pudiendo ser cursis ("¿Acaba de salir el sol?, o ¿me has sonreído?"; "Quisiera ser un barco para navegar por el mar de tus ojos") o simplemente bonitos ("Princesa, estando conmigo sabrías lo que es ser una reina"; "Quien necesita el sol, teniendo tu sonrisa para iluminar mi vida").
No obstante, cada vez se cultivan más -al menos, de puertas para afuera- los humorísticos ("¡Estás más apretada que los tornillos de un submarino!"; "¡Lastima que no sea bizco para verte dos veces!") e incluso los soeces ("Bonitas piernas...¿a qué hora abren?"; "Bonitas piernas...¿a qué hora abren?"). Los hay que combinan ambas vertientes, no sabemos si para bien o para mal: "Se te ha caído el papel / -¿Qué papel? / -El que te envuelve, bombón"; "Eso es un cuerpo y no el de la Guardia Civil". Todos ellos fueron analizados en Es Sexo, así como su presunta efectividad.