En esta edición de Es Sexo Ayanta Barilli y Eva Guillamón trataron el tema de la historia del 69, la postura erótica de la igualdad. También aprovecharon para recordar las historias más sorprendentes relacionadas con el sexo oral, como fue el caso de Boris Becker en el 2000. El extenista es conocido por sus escándalos, pero esta ocasión le pasó algo digno de llevar a la gran pantalla.
Después de dejar el tenis, Boris recibió un fax de Londres en el que la modelo Ángela Ermakova le comunicaba que era padre de una niña. En él le chantajeaba con varios millones a cambio de su silencio. Para Boris eso era imposible, ya que como se publicó más adelante, solo había mantenido sexo oral con la chica. Él entendía que era imposible que fuera el padre, así que contrató a un grupo de detectives para que siguieran y descubrieran la verdad.
Éstos consiguieron un pañal usado de la recién nacida e hicieron un examen genético, el cual dio positivo. Becker, asombrado y estupefacto, aseguró "que no podía ser porque solo tuvo sexo oral con ella". Poco después, el periódico Bild explicaba que la modelo le había robado el semen al extenista. Según el medio, Eva se unió a la mafia rusa para extorsionar al deportista.
Por lo visto, la mujer sedujo a Boris y, después de mantener sexo oral, "depositó el semen del extenista en una pequeño frasco, acondicionado para mantener con vida los espermatozoides". Más tarde, la chica acudió a una clínica para que le inseminaran. En el 2001, Boris Becker acabó pagando cinco millones a Ermakova.