Los lavabos se reinventan. Una explosión de color y una revolución en los diseños están cada vez más presentes en muchos cuartos de baño de particulares y locales. Se suspenden en el aire, reducen el espacio ocupado, adoptan formas sofisticadas y se pintan de fuertes tonalidades que resaltan a través del agua transparente y cristalina. Olvidemos el clásico lavabo de pedestal, porque ahora la moda nos llama a innovar y a arriesgar. Aquí van algunas propuestas.
Dejamos a un lado el típico mueble de lavabo para reducir este pequeño armario a unos simples cajones que quedan empotrados en la pared, aligerando notablemente el espacio. Estos originales armarios y cajones, que no siempre están presentes, llegan incluso a eliminar el tirador de sus puertas. Ocupa su lugar unas líneas rectas o curvas que sobresalen del canto superior de los cajones, para tirar de estos huecos sin perder la elegancia del diseño que tanta simplicidad, precisión y pulcritud aporta.
Pero todos estos cajones pueden desaparecer por completo para permitir el paso del lavabo suspendido exclusivamente, con alguna forma suntuosa como puede ser en un diseño circular. Se trataría de una plataforma redonda, de cuya base pueden salir otras plataformas más pequeñas donde se pueda colgar la toalla o dejar los utensilios de higiene. A veces, incluso, se opta por lo más sencillo y la pila del lavabo queda únicamente sujeta por una estructura metálica, con una varilla en la que solo hay lugar para colgar la toalla.
Aunque, otra alternativa para estos simples lavamanos que carecen de armarios es disponer sobre ellos algunas repisas que sigan la línea del estilo, o colocar cestas bajo la pila donde guardar el resto de objetos. Incluso ya no tienen que seguir integrados en una pieza de mármol. Damos la bienvenida a encimeras de vidrio y a tablones de madera. Pero cosas más raras se han visto, como aquellos conjuntos trasparentes que establecen en el interior del lavabo una pecera.
Lavabos que, en ocasiones, abandonan el blanco para acompañar el resto de colores del baño o toman la sencilla opción de absorber un tono platino como el del mismo grifo, mientras que sus formas clásicas se transforman en cuencos ovalados o cubetas cuadradas. Y, si queremos disfrutar por doble, estos diseños son adecuados para lavabos de dos pilas integradas o independientes.
Y no podemos olvidarnos del grifo, el principal elemento del lavabo. Sus formas y diseños tampoco se quedan cortas, pues hay una variedad que va desde las griferías con caños altos que parten de la encimera a grifos que sobresalen directamente de la pared. Todo para tener un baño de lujo y a la última que estarás deseando enseñar a todos tus invitados.