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Duchas o bañeras, según el estilo de tu hogar

Este es el eterno dilema, aquí os dejamos algunas ideas para añadir las nuevas tendencias en decoración.

Ducha o Bañera | Flickr/Andrew-Hyde

Cada vez más familias deciden quitar la bañera para ganar más espacio en su cuarto de baño, o bien por la idea de tener un ambiente más moderno y disfrutar de otras opciones más relajantes, como chorros de agua, y confortables (radio, bancos para sentarse, etc.). Además, hay cuestiones como su función ecológica -pues tiende a facilitar el ahorro de agua- o la fácil accesibilidad a persona discapacitadas, que hacen que el plato ducha sea más completo y enfocado a un tiempo más moderno como el actual.

Pero no todo es fabuloso a la hora de elegir poner una ducha, pues uno de los principales hándicaps es la cuestión de los niños. En las primeras etapas de vida se hace casi necesaria una bañera para poder bañarlos, ya que facilita el control y la estabilidad de estos sin encharcar el suelo, además de permitir juegos en el agua que los entretenga durante el baño. Otros motivo menos a favor sería la mampara pues, debido al reducido tamaño de la ducha, normalmente se eligen puertas correderas de cristal, cuya superposición acaba dificultando su mantenimiento y limpieza dado que la cal y restos de jabón acaban por acumularse en guías y recodos.

No obstante, son muchos los que prefieren un plato de ducha, sobre todo gente joven o personas mayores. La elección dependerá de los gustos y el presupuesto disponible, pues a mayor número de prestaciones más gasto. Una de las opciones es decantarse por un aspecto modernista y líneas minimalistas, con un amplio espacio, una mampara transparente y un mango alto con pequeños chorros; aunque también resulta atractiva la conocida ducha de hidromasaje con proyección de chorros por todo el cuerpo y radio.

La otra opción es mantener la bañera, pero con algunos matices en comparación a las de toda la vida. Por un lado, se puede elegir compaginar la vertiente de plato ducha con bañera, de forma que nos permita tanto las duchas rápidas y ágiles del día a día, como pequeños caprichos relajantes en forma de un baño largo, aunque esta última debería ser más de vez en cuando para así evitar excesos en el consumo de agua. Por otro lado, y si se dispone del espacio suficiente, hay personas que prefieren invertir en bañeras especiales que adquieren las condiciones de un spa, como las bañeras hidromasaje, los baños de aire, etc.

Al igual que los platos de ducha, las bañeras también tienen sus inconvenientes pues para las personas mayores o discapacitados, una bañera supone un verdadero problema, y puede convertirse hasta peligroso si se intenta acceder o salir sin ningún tipo de ayuda. Asimismo, las bañeras fijas ocupan mucho espacio y quitarla supone la contratación de mano de obra; mientras que calentar el agua para darse un baño conlleva un elevado gasto de agua a la vez que requiere de un calentador con capacidad suficiente para disponer de agua caliente en todo momento.

Finalmente, en cuanto a la diversidad de bañeras, hay toda una amplia oferta donde poder elegir. Todo dependerá de la forma, como las ergonómicas (esas bañeras anchas y redondas con un respaldo y una zona elevada para las piernas); y el material de construcción (acero, material acrílico inyectado, cerámico…). Además, en función del material podemos elegir el color para proyectar una sensación u otra: los tonos oscuros empequeñecen el baño, mientras que los colores claros y luminosos lo engrandecen.

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