¿A quién no le gusta abrir una buena botella de vino en una cena entre amigos? Pero tener una bodega donde guardar los vinos es complicado si no disponemos de suficiente espacio en nuestras casas. Para que podamos disfrutar de esta jugosa bebida y del diseño existen los botelleros ideados para hogares, con una capacidad de entre seis y veinte botellas y que aportarán a tu casa personalidad y organización. De esta forma podrás convertir cualquier rincón en una pequeña bodega de forma práctica sin olvidar el diseño. De madera, metálicos e incluso de silicona, la gran variedad de botelleros que podemos encontrar nos ofrece la oportunidad de convertirnos en pequeños coleccionistas de vino y no renunciar a nuestro estilo propio.
Los botelleros sencillos, fabricados en metal y fáciles de limpiar son una opción ideal para hogares jóvenes y modernos. Suelen tener estructuras sencillas que pueden combinar perfectamente con una decoración minimalista, y a su vez dejan las botellas de vino a la vista como un elemento más de decoración. Perfectos para ubicarlos en la cocina junto a los electrodomésticos, o en el salón para tener a mano nuestro vino preferido. Sin embargo, si el estilo de tu casa es más clásico no dudes en elegir un botellero de madera colgado de la pared o como un mueble más, seguro que tus invitados quedarán asombrados. El barnizado y los tonos rojizos de la madera, evocando las bodegas tradicionales, aportarán al espacio personalidad y carácter.
Pero si te preocupa el precio, la opción más asequible es la nueva gama de botelleros de silicona, flexibles y fáciles de guardar, que sirven para mantener la posición correcta de las botellas en la nevera. Además de la comodidad, estos botelleros ofrecen diseños desenfadados en varios colores para dar un estilo divertido a tu cocina. No obstante, lo que más debe importarnos cuando elijamos un botellero es si cumple su función, es decir, si mantiene las condiciones adecuadas para guardar el vino. Para ello es importante que nos fijemos en el lugar donde lo vamos a colocar, teniendo en cuenta la temperatura y la humedad entre otros aspectos. Debemos evitar que el botellero esté cerca de los aparatos de aire acondicionado, radiadores o del horno, para que el vino no sufra cambios bruscos de temperatura que podrían afectar a su sabor.
Por otro lado, buscaremos un lugar seco para guardar este exquisito brebaje, al que no llegue la luz del sol de forma directa, ya que ésta podría oxidar el vino. También deberemos tener en cuenta que el botellero no debe estar cerca del armario de los productos de limpieza ni de productos químicos, el vino absorbe los olores y podría ser peligroso. Y no menos importante es la posición de las botellas, el botellero que escojamos debe mantenerlas en posición horizontal, de esta forma el tapón estará constantemente humedecido, evitando así que se encoja y que entre aire en la botella.