Por lo general cuando invitamos gente a casa solemos cuidar al máximo tanto la presentación de nuestros platos como la decoración de la mesa. Lo mismo pasa en las ocasiones especiales como cumpleaños, navidades y demás, nos esforzamos en dar un toque de distinción para diferenciar el 'evento' del resto de los días y habitualmente descuidamos muchísimo la mesa de diario. Es precisamente por eso que queremos dedicar este post a la decoración diaria de nuestras comidas.
Es cierto que solemos ir con prisas y que lo último que nos preocupa es si la mesa está 'bonita' o no. Pero es que una cosa no está reñida con la otra, podemos conseguir algo agradable acorde con el resto de la decoración pero sin perder demasiado tiempo en ello y para tal cosa podemos emplear diversos trucos y reglas básicas.
Una de estas es, como os podréis imaginar, el mantel. Con el paso del tiempo acabamos siempre usando el más viejo para diario reservando los más elegantes para las ocasiones especiales. Es cierto que los manteles que usamos cada día 'sufren' más puesto que se manchan con más frecuencia y por tanto hay que lavarlos mucho más a menudo, pero la diferencia puede ser abismal en el resultado final. Los manteles de hilo y de colores claros suelen quedar bien con todo y además no recargan la mesa, pero para evitar que se ensucien enseguida tal vez con tono grisáceo solucionamos ambos problemas.
También quedan muy bien los 'caminos de mesa', esos manteles más estrechos que se colocan justo en el centro. Suelen ser de otro color y se utilizan principalmente para contrastar de forma que podamos utilizar para estos algún color más fuerte y tonos más claros en el de debajo. Es un recurso muy sencillo que y que no implica nada de trabajo pero que cambia por completo el sentido de la mesa.
Las servilletas también juegan un papel fundamental. Lo mejor será que sean de tela, pues además de ser mucho más ecológicas nos sirven como pieza decorativa. También el servilletero empleado tendrá su importancia ya que puedes elegir el que más te guste, o incluso hacerlo tú mismo, y dar un toque diferente, según te parezca.
Mientras tengamos los elementos básicos controlados no hará falta que pongamos mucho más en la mesa. Es muy incómodo tener un lugar de uso diario recargado. Lo más importante de todo es que sea funcional y cómodo aunque si vemos que cabe podemos incluir un botecito de cristal con una flor por ejemplo o alguna vela que además por la noche da mucha personalidad al ambiente.