"David Delfín me parece genial para Loewe", decía Carmen Lomana en esModa, y explicaba que le parece "un "diseñador ‘cool’ y moderno pero con un punto de tradición". La autora de El glamour inteligente cree que Delfín podría ser un buen fichaje porque "podría cambiar la estética rancia de Loewe".
La colaboradora de televisión habló también de la situación de la moda en España, que "es mala porque no hay ‘cash’", según explicaba. Y añadía que "un diseñador no puede estar diseñando y haciendo cuentas, tiene que hacer su trabajo y tener otra persona que se encargue de gestionar". La leonesa cree que fuera del país "la moda española no tiene repercusión".
Carmen Lomana explicaba que cada vez hay más cultura de la moda entre la gente joven pero que "no es un reflejo de la calle". "En España no es un valor en alza que una persona vaya súper moderna, bien arreglada, la gente dice: ‘¿dónde irá? Es tonto’", criticaba. La amante de la moda considera que es menospreciar la cultura porque "la moda es cultura sociológicamente", y añadía "no hay nada que te ayude más a ver un momento de la historia que la moda o la arquitectura".
Además, considera que la moda es belleza, creatividad y que genera muchísimos puestos de trabajo. "Es una industria muy fuerte y que embellece a las personas", explicaba. Lomana cree que "falta mucha cultura de moda en el periodismo". "No saben distinguir un modelo de alta costura de uno de pret à porter", apuntaba.
Claves protocolarias
La autora de El glamour inteligente explicaba que la idea de escribir el libro surgió porque la gente le preguntaba a través de las redes sociales y su video blog sobre moda y protocolo. "Es una guía de vida, de consulta, de saber estar y de pensamiento", decía la colaboradora de televisión, que cree que "se están perdiendo las formas, las maneras y la educación" y que la elegancia no depende "de lo que te pongas sino de lo que eres". "Es muy difícil ser elegante si no tienes cultura y un alma inquieta", decía.
Lomana cree que "en España se besa demasiado". "Es muy pesado, no tengo por qué besar a un señor que no me interesa", decía. La leonesa considera que es mucho más protocolario y más cómodo dar la mano porque "a las mujeres nos quitan el maquillaje, te pegan el sudor y me da asquito". Para las entrevistas de trabajo recomienda dar la mano, "no concibo dar dos besos".
La colaboradora ha dicho también que odia el chándal porque "es una prenda bastante fea". "Una chica normal que va al gimnasio no tiene por qué ir con chándal, puede ir con un pitillo y una sudadera ancha", decía y añadía que le parece "espantoso el señor o la señora que llega el fin de semana y se pone el chándal y sale a pasear". "Me horroriza decir sudadera, digo camisa grande de algodón", explicaba.
Su libro, El glamour inteligente está enfocado, según ha explicado, a gente que quiera aprender cómo actuar en distintas situaciones de la vida, "desde cómo subirte a un avión y que no parezcas un hortera hasta cómo ir a la playa sin parecer un chulo piscina".